Elon Musk ha consumado su desafío a la autoridad local del condado de California en el que se encuentra la fábrica de Tesla, que ha vuelto a la actividad infringiendo la prohibición. Musk se ha vanagloriado de su hazaña y ha asegurado que está listo para ser detenido.
La pregunta que subyace tras el desafío de Musk es si Tesla un servicio esencial durante las retricciones de la pandemia. Elon Musk considera que sí y por eso ha desafiado al Gobierno del condado de California con una una demanda para reabrir su fábrica de Estados Unidos de forma inmediata. El desafío ha cobrado tintes de chantaje al amenzar Musk con una deslocalización de la fábrica a Nevada o Texas, donde le estarían esperando con los brazos abiertos.
Funcionarios de salud del condado de Alameda notificaron a la compañía que no podría operar y dijeron que esperaban la respuesta de Tesla con la advertencia de que las infracciones se castigan con multa, encarcelamiento o ambas penas. Una portavoz del Departamento de Policía de Fremont dijo que trabajan para hacer que se cumpla la orden.
El fabricante de vehículos eléctricos ha presentado una denuncia contra el condado de Alameda en contra de su decisión de impedir la reanudación de la actividad de la fábrica de Fremont al considerar que no se trata de una actividad industrial. La compañía acusa a la Administración local de ir en contra de las directrices del gobernador de California y del propio Donald Trump, aunque en ambos casos se da libertad a los condados para decidir si levantan las restricciones para frenar la Covid-19.
A pesar de no contar con el permiso para reabrir, Tesla ha asegurado que sigue adelante con sus planes para retomar la actividad de forma progresiva a partir del 11 de mayo, desmarcándose así del resto de fabricantes de automóviles que esperarán, como mínimo, una semana más.
Acusaciones de Elon Musk
El consejero delegado de Tesla ha llegado a amenazar con trasladar su sede del estado de California. "Tesla trasladará ahora su sede y sus futuros programas a Texas / Nevada inmediatamente", dijo Musk en Twitter. "¡El ignorante director de salud interino de Alameda, que no ha sido elegido por nadie, está actuando de manera contraria a lo ordenado por el gobernador, el presidente y nuestras libertades protegidas por la Constitución, así como por el sentido común!", clamó en Twitter Musk, que es conocido por su comportamiento extravagante y comentarios controvertidos.
En realidad, el gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, ha dado permiso a las compañías a reabrir, pero ha dejado claro que la decisión depende de los municipios; y lo mismo ha hecho el presidente del país, Donald Trump, que ha dejado la decisión en manos de las autoridades locales. En el condado de Alameda se han registrado 1.961 contagios y 70 personas han muerto, según los últimos datos del Departamento de Salud local.
Esta es la enésima polémica de Elon Musk en relación con el coronavirus. Comenzó con sus declaraciones en las que decía que era una enfermedad leve que no daba ningún miedo y siguió con su anuncio de que iba a fabricar 1.000 respiradores de emergencia para regalarlos a hospitales de todo el mundo que finalmente fueron equipos más sencillos para tratar la apnea del sueño comprados a proveedores externos. Poco después arremetió contra las restricciones de movimientos al considerar que son actos "fascistas" que van en contra de las libertades en Estados Unidos. Su última salida de tono fueron unas declaraciones cuestionando el elevado valor de las acciones de Tesla, lo que provoció una caída de su cotización.
