La tendencia de la electrificación de los vehículos para cumplir con la reducción de las emisiones de gases tendrá un impacto en la industria de automoción que puede convertirse en un tsunami. En Cataluña, una de las comunidades que concentra más peso en la automoción en España, ese tsunami se puede llevar por delante de forma total o parcial a más de 200 empresas fabricantes de componentes que concentran alrededor de 70.000 empleos.
"No queremos alarmar pero sí dar un toque de atención en un sector estructural y estructurante", dice Àngels Chacón, consejera de Empresa de la Generalitat. El riesgo más directo se centra en 24 compañías que suman el 13,36% de la ocupación de los proveedores que la Generalitat considera como objetivos prioritarios para llevar a cabo un trabajo de ayuda y acompañamiento para conseguir su reconversión.
Actividades más amenazadas
En un segundo grupo se encuentan 121 firmas con un elevado riesgo de desaparición si no reaccionan innovando en áreas de futuro en la nueva movilidad. Estas empresas concentran el 43% del empleo de los proveedores de la automoción ubicados en Cataluña. Por último, el estudio llevado a cabo por la Generalitat identifica 90 proveedores con un riesgo moderado de desaparición de algunas de sus actividades centradas en productos que quedarán obsoletos. Estas empresas suman más del 30% de los puestos de trabajo.
Los vehículos eléctricos suponen, de entrada, una amenaza para 57 empresas centradas en la producción de piezas para el bloque del motor de combustión con una plantilla de 11.863 empleados y una facturación de 3,3 millones de euros. Otra área de riesgo muy alto es el de las 28 empresas proveedoras de componentes para el cambio de marchas y la transmisión, que suman 5.312 puestos de trabajo.
20 millones adicionales de ayuda
Con este diagnóstico un tanto inquietante, el equipo de Industria de la Generalitat ha negociado con los agentes sociales y otros actores implicados un plan de apoyo a la reconversión del sector para convertir las amenazas en oportunidades, según ha explicado Matilde Villaroya, directora general de Industria. Entre las 48 acciones que se pondrán en marcha se incluyen la elaboración de un mapa de riesgos, una línea de ayudas para nuevas oportunidades de negocio, a la transformación digital, impulsar un Mobility Tech Hub como una incubadora.
Entre esas medidas del plan de apoyo a la automoción no aparece ninguna mención al Centro de Formación Profesonal de la Automoción, unas instalaciones que costaron casi 20 millones de euros y que llevan varios años casi paralizadas por las disputas entre departamentos de la Generalitat y entre partidos. "Nosotros trasladamos las demandas del sector al departamento deTreball. Hay que preguntar a Treball, que es quien lo gestiona", ha indicado Chacón en un tono moderado que contrasta con las duras críticas vertidas a su colega de Treball Chakir el Homrani hace unos meses.
A las actuaciones que ya lleva a cabo la Generalitat con programas que ya se están ejecutando habría que sumar 20 millones de euros que se están negociando en el marco de la tramitación de los Presupuestos de 2020, según ha anunciado la consejera.
Ante la constatación de que el presupuesto de la Generalitat destinado a Industria se ha reducido drásticamente en los últimos años, la consejera ha admitido que le gustaría contar con más recursos para lo que ha calificado como la "tormenta perfecta" en la automoción. "Hay que reaccionar, pero no se trata de poner mas dinero. La competitividad viene dada por la capacidad de innovación", ha advertido Chacón, que ha destacado la necesidad de "alimentar el ecosistema".