Los nuevos vehículos eléctricos se han convertido en una oportunidad para la entrada en el mercado de nuevos actores como los fabricantes chinos. Los coches eléctricos fabricados en China alcanzarán una cuota de mercado en Europa del 25% en 2024, según las estimaciones de la organización ecologista Transport & Environment (T&E). En esa cifra se incluyen tanto los vehículos de marcas chinas como los de firmas europeas que importan algunos modelos desde sus fábricas en China.
En 2023, la cuota de mercado de los vehículos 'Made in China' en las matriculaciones de coches eléctricos en la Unión Europea fue del 19,5% y este año llegará al 25%, según las estimaciones formuladas por T&E en un informe que evalúa el grado de penetración de los automóviles fabricados en el gigante asiático.
Importaciones de marcas chinas y occidentales
Las marcas chinas concentran el 11% del mercado de nuevos vehículos eléctricos en Europa y podrían llegar al 20% en 2027. El resto hasta llegar al 25% de cuota en 2024 se debe a las importaciones desde el país asiático de grupos automovilísticos europeos o no chinos que tienen plantas en China.
Las marcas occidentales con más importaciones procedentes de China son, según T&E, Tesla, Dacia y BMW. A esas marcas hay que añadir los vehículos de marcas chinas, encabezados por BYD con un 5% de cuota del mercado de eléctricos de Europa, junto a MG (SAIC) y Polestar (Geely y Volvo), según los ecologistas. Desde este año, Chery también se suma al desembarco de coches chinos con las marcas Omoda y Jaecoo.
El fuerte aumento de las exportaciones de vehículos desde China registrado en los últimos meses coincide con la debilidad y la gran competencia en el mercado del país asiático, así como con los planes de expansión internacional de varios grupos automovilísticos.
Aranceles a las baterías
Mientras crece el desembarco de eléctricos fabricados en China, la Unión Europea mantiene en marcha una investigación por supuestos subsidios ilegales del país asiáticos para impulsar las exportaciones. De momento, la UE ha implantado un registro especial de esos vehículos por si fuera necesario imponer aranceles con efectos retoactivos.
Según T&E, la UE no debería intentar proteger la industria de automoción europea de los competidores chinos ya que supondría limitar la oferta de coches eléctricos asequibles. En cambio, los ecologistas apoyan imponer aranceles sobre las baterías importadas, lo que obligararía a los fabricantes de automóviles a localizar la producción de vehículos eléctricos en Europa, y "eso es bueno porque queremos estos empleos y habilidades".
"Pero los aranceles no protegerán a los fabricantes de automóviles tradicionales por mucho tiempo. Las empresas chinas construirán fábricas en Europa y, cuando eso suceda, nuestra industria automovilística deberá estar preparada", destacó la directora senior de cadenas de suministro de vehículos y movilidad eléctrica de T&E, Julia Poliscanova.