Industria

El dilema de la automoción: multas de 15.000 millones o recortar 2,5 millones de coches

Luca de Meo insta a la nueva Comisión Europea a flexibilizar el recorte de CO2 en 2025 para evitar multas por vender pocos eléctricos

Proceso de producción con Metaverso de Renault / RENAULT

Proceso de producción con Metaverso de Renault / RENAULT

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Toni Fuentes

09.09.2024 19:18h

3 min

Los fabricantes de vehículos afrontan un duro dilema en la Unión Europea. Se arriesgan a pagar multas de hasta 15.000 millones de euros por superar los nuevos límites de CO2 en 2025 o bien a un recorte de producción y de mercado de 2,5 millones de vehículos de combustión. La culpa la tienen los coches eléctricos y la lentitud de sus ventas.


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La aplicación de la nueva vuelta de tuerca en la reducción de las emisiones medias para cada fabricante puede comportar, si no cambia drásticamente el mercado, multas que pueden alcanzar la cifra astronómica de 15.000 millones de euros para el conjunto del sector. La advertencia la ha lanzado Luca de Meo, CEO de Renault y presidente de la patronal europea ACEA, en una entrevista a la emisora France Inter.

De Meo critica los plazos rígidos

"Sólo fijar plazos y multas, sin poder flexibilizar, eso no funciona", ha avisado Luca de MEo justo en el momento en el que Ursula von der Leyen está a punto de anunciar la configuración de la nueva Comisión Europea, que tendrá un papel crucial en la ampliación o la reconsideración de la hoja de ruta en el desacarbonización del transporte.

Si se mantiene el bajo nivel actual de matriculaciones de vehículos eléctricos, será imposible reducir las emisiones medias de los coches vendidos porque faltarán muchos de cero emisiones. La consecuencia para las marcas fabricantes de vehículos, especialmente las generalistas con menos peso de la electrificación, será que tengan que pagar multas que Acea estima que podrían ascender a 15.000 millones.

La alternativa es igual o más dramática porque supondría dejar de producir unos 2,5 millones de vehículos de combustión para compensar la ausencia de suficientes eléctricos con el fin de que baje la media de CO2. Esos 2,5 millones de vehículos de combustión estarían gravados con una sanción por rebasar los niveles máximos de las marcas. El impacto en las fábricas de vehículos sería inmediato debido a un recorte de esas dimensiones.

Inversiones en juego

Luca de Meo aprovechó la entrevista para pedir más tiempo a la nueva Comisión Europea a la hora de imponer nuevos objetivos de rebaja de los niveles de CO2 teniendo en cuenta la situación del mercado. "Nos tiene que dar un poco más de flexibilidad", aseguró.

"Necesitamos estabilidad", subrayó el directivo de Renault y de ACEA en referencia a las políticas debido a que la industria de automoción está llevando a cabo una apuesta de inversión por la electrificación que incluye unos 250.000 millones para crear fábricas de baterías, que suponen un 40% del coste de un coche eléctrico. 

Para De Meo, el problema del sector en estos momentos es más el reto de los nuevos niveles de CO2 de 2025 y no tanto el objetivo de la plena electrificación en 2035, aunque recordó que Francia y la propia Renault defendieron retrasar ese hito hasta 2040, tal como estaba planificado anteriormente. 

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