Los directivos de empresas competidoras tienen, en ocasiones, buenas relaciones a pesar de que combaten sin escrúpulos en el mercado. Pero el idilio entre Herbert Diess, presidente de Volkswagen, y Elon Musk, consejero delegado de Tesla, se consolida. Hasta el punto de que el primer ejecutivo del grupo alemán se mira al espejo en su colega y nuevo competidor en vehículos eléctricos. Elon Musk se convirtió en la estrella invitada en una conferencia de Herbert Diess ante un grupo de directivos de Volkswagen en Austria.
Diess quería dar una lección a sus ejecutivos con las enseñanzas de Tesla y de Elon Musk, que intervino a través de una videollamada probablemente desde su nuevo domicilio en Austin (Texas). Diess pidió a sus directivos que abandonen las inercias del pasado y sean más ágiles siguiendo el ejemplo de Elon Musk y su equipo con Tesla, una empresa fundada hace poco más de 10 años.
Agilidad de Tesla ante los chips
Diess aseguró en su cuenta de Linkedin que había convocado a Musk como un "invitado sorpresa" para recordar que VW necesita decisiones más rápidas y menos burocracia para lo que llamó la mayor transformación en la historia de la compañía. Como ejemplo de la destreza de Tesla, Diess dijo que el rival solo tardó dos o tres semanas en reescribir el software para permitir un cambio de un tipo de microchip, que se agotó, a otro.
Era un aviso a sus directivos en un momento en el que Volkswagen recibe un fuerte impacto por la falta de microchips, que obliga a frecuentes parones en todas sus fábricas. En cambio, el efecto de la crisis mundial de los semiconductores ha sido mucho menor en el caso de Tesla.
Diess dijo que Volkswagen se ha convertido en el principal competidor de Tesla por la supremacía mundial de los vehículos eléctricos y que continuará su diálogo con la marca que dirige Elon Musk y que empezó a controlar con la compra de un paquete de acciones poco después de su creación.
Nueva fábrica de Berlín
"Lo visitaremos pronto en Gruenheide", dijo Diess en referencia a la nueva fábrica que Tesla está a punto de abrir en las cercanías de Berlín con el fin de producir 500.000 coches al año para el mercado europeo. "Me alegra saber que incluso nuestro competidor más fuerte piensa que tendremos éxito en la transición si impulsamos la transformación con todo el poder", dijo Diess.
Esta no es la primera ocasión en la que coinciden Diess y Musk, cuya relación se remonta a unos años atrás con reuniones discretas en Estados Unidos y en Europa. En uno de los últimos encuentros, Diess invitó a Musk a probar el Volkswagen ID.3, el coche eléctrico que encabeza la apuesta del grupo alemán por la movilidad sin emisiones.
