El Gobierno de Pedro Sánchez ha apuntado su intensión de penalizar el diésel con una subida de los impuestos al considerar que "tiene los días contados", según la ministra de Transición Energética. Pero ¿cuáles son los planes del Gobierno para acabar con el diésel? La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, abrió la caja de los truenos al hablar con sinceridad sobre el diésel y decir lo que muchos opinan en foros reducidos. "El diésel tiene los días contados, durará más, durará menos, pero sabemos que su impacto en partículas y el aire que respiramos es suficientemente importante para ir pensando en un proceso de salida". Unos días antes, la ministra de Industria, Reyes Maroto, avanzaba que no habrá PIVE como los de antes ya que, en todo caso, tendrá que estar enfocado a la reducción de emisiones. El proceso de salida del diésel ya empezó hace unos cinco años con el inicio de la tendencia del gasóleo de pérdida de peso en las matriculaciones, que le llevó a perder la hegemonía en 2017 en Europa y en España como consecuencia del 'dieselgate' y de las restricciones de las ciudades a los vehículos más contaminantes.
?Aquí, un resumen de la comparecencia de @TeresaRibera. Sus claves: lucha contra el cambio climático, uso racional y solidario de los recursos, transición energética y generación de empleo https://t.co/K5o2YrXNyF pic.twitter.com/3O7FJVl2Qk
— Transición Ecológica (@mitecogob) 11 de julio de 2018
La hoja de ruta del PSOE en el diésel y la transición energética
Las medidas y la intención esbozadas por Teresa Ribera no han aparecido de la noche a la mañana, sino que responden al programa electoral del PSOE. En ese programa electoral con el que se presentó el PSOE a las últimas elecciones celebradas en 2016 aparece la verdadera hoja de ruta que guía ahora al Ejecutivo de Pedro Sánchez en su política energética y de regulación del sector del automóvil y la movilidad en España.
Una reforma fiscal ecológica
El frontispicio del programa electoral deja lugar a pocas dudas: "Afrontaremos una reforma fiscal ecológica que obedezca principalmente a principios severamente disuasorios, gravando en mayor medida las actividades más contaminantes, eliminando ciertos beneficios fiscales ambiental y socialmente injustificables y bonificando las prácticas más sostenibles". El PSOE recuerda que el transporte consume alrededor del 30% de la energía que se gasta en España y apunta algunas de las medidas que ahora están apareciendo en la hoja de ruta del Gobierno. Menciona una "estrategia ambiciosa de impulso a los vehículos híbridos y eléctricos para sustituir las gasolinas y gasóleos por electricidad generada crecientemente con energías renovables".
Pacto del Gobierno con los municipios sobre el diésel
La ministra Teresa Ribera aseguraba también que el Gobierno tendrá que acompañar a los ayuntamientos en las medidas que están aplicando para impulsar la transición energética con vetos a los coches más viejos y contaminantes, una medida que también aparece en el programa del PSOE en forma de un "pacto con los alcaldes y alcaldesas para invertir en ciudades saludables, prósperas y eficientes en el uso de recursos".
Subida de los impuestos del diésel pero también de la gasolina
El eje de la nueva política energética del Gobierno socialista será "una reforma fiscal ecológica" que acabe con la situación actual en la que "consumos difusos de energías fósiles, como las gasolinas y los gasóleos para el transporte, han quedado al margen de los aumentos impositivos introducidos por el PP en el sector energético. Además, los sectores difusos no están sometidos al sistema europeo de derechos de emisión negociables, por lo que en su caso sólo puede pagarse el precio del carbono a través de la fiscalidad". Esa idea sería la base en la que se apoyaría la equiparación de los impuestos del diésel con los de la gasolina, lo que provocaría una subida inasumible del litro de gasóleo de 10 a 15 céntimos, según han denunciado las organizaciones empresariales del sector del transporte. Las compañías más expuestas al sobrecoste de la subida del diésel podrían beneficiarse de una línea de ayudas en forma de "préstamos a bajo interés para asegurar la movilidad limpia en los sectores de la logística y las empresas del sector del transporte de personas y mercancías". Esta es otra de las medidas que se apuntan en el programa electoral del PSOE y que están marcando la declaración de intenciones del Gobierno de Pedro Sánchez de penalizar el diésel en España.