Los fabricantes de coches han tenido tradicionalmente un nicho de mercado en su propia plantilla. Un buen número de trabajadores se han convertido en clientes de las marcas gracias a descuentos que superan el 20%. Pero el descenso de las ventas internas ha llevado a las empresas a aumentar los descuentos y la presión sobre sus empleados desleales. Fiat ha tomado la iniciativa con una campaña rompedora que acusa de romper el corazón a los empleados con coches de la competencia.
Los trabajadores de las fábricas de Fiat en Italia han recibido con sorpresa ver sus coches de marcas como Volkswagen, Peugeot, Renault y Toyota envueltos por completo con un plástico con un corazón partido. Al acabar su turno de trabajo y acercarse a su vehículo en el aparcamiento de la fábrica recibieron un bono con un descuento adicional de 1.000 euros a la rebaja habitual de hasta el 26% para cambiar sus coches extranjeros por uno de los que ellos mismos producen.
Fiat ha calificado de inusual esta campaña, que ha suscitado las críticas sindicales al considerar que ha traspasado una línea roja al señalar públicamente a algunos empleados como si fueran unos traidores.
La marca italiana ha puesto sobre la mesa con toda crudeza el debate existente en todos los fabricantes de coches e incluso en cualquier otra empresa. Por norma general, además de vender sus productos entre sus propios empleados y lograr así un retorno adicional del sueldo que reciben, las empresas también quieren convertir a su plantilla en embajadores de sus productos. ¿Qué imagen da la marca si sus trabajadores tienen coches de otras marcas?
Otro ejemplo de esas prácticas es el grupo Volkswagen, que impide la entrada en sus instalaciones con vehículos de otras marcas, que sólo pueden estacionar en aparcamientos ubicados en los accesos. Seat siempre ha tenido una línea de descuentos para empleados que superaba el 20% en los modelos más caros. En los últimos años, la negociación con los sindicatos ha llevado a ampliar el círculo de beneficiarios potenciales a "empleados en activo, familiares y jubilados", entendiendo por familiares los cónyuges, hermanos, hijos y padres del trabajador. De esa manera, los 14.000 empleados se Seat se pueden convertir en un colectivo de unas 56.000 clientes potenciales si se contabiliza una media de cuatro beneficiarios por trabajador.
En la última campaña promocionada en su revista interna, la marca de Martorell ofrecía a su plantilla 1.000 euros adicionales: "Entrega tu coche usado y, además de los descuentos de siempre, benefíciate de 1.000 euros de descuento adicional".