El conflicto entre las consultoras que aspiraban a asesorar en el proceso de reindustrialización de Nissan puede estar en vías de solución. La consultora Metyis ha comunicado a los sindicatos su disposición a desistir del recurso presentado contra la adjudicación a KPMG por parte del Ministerio de Industria siempre que todas las partes acepten reactivar la oficina técnica de inmediato para no retrasar la búsqueda de inversores.
El desbloqueo del conflicto entre consultoras, adelantado por El Periódico, se puede formalizar el próximo lunes en la reunión de la comisión de reindustrialización de las fábricas de Nissan de Barcelona. Metyis (antes YGroup) ha anunciado su disposición a renunciar al recurso ante el Tribunal Central de Contratos de la Administración para "no perjudicar el proceso de reindustrialización", según han indicado fuentes de la firma. La condición que pone es que las administraciones, la empresa y los sindicatos se comprometan a reactivar de inmediato el contrato de asesoría que ganó KPMG.
La solución adoptada por las administraciones y la compañía de asumir internamente las labores de contactar con inversores y analizar los proyectos hasta la resolución del recurso, que podría tardar hasta tres meses, ha sido el punto que ha llevado a Metyis a realizar su oferta al considerar que no es lo más efectivo para conseguir una actividad industrial antes del cierre de las plantas de Nissan a final de año.
Protestas en ciernes
Metyis había alegado presuntas irregularidades en la adjudicación del contrato a KPMG al considerar que carece de experiencia en reindustrialización y que hizo una oferta económica (181.500 euros) que se puede considerar como puja temeraria.
El contencioso arranca con la negativa de Nisan a sumir el coste de la asesoría técnica, lo que llevó al Ministerio de Industria a licitar un contrato en noviembre que se adjudicó en enero.
Los sindicatos criticaron el proceso al considerar que la licitación pública por la negativa de Nissan ha retrasado los trámites en unos tres meses y que, finalmente, se adjudicado a una consultora que no había intervenido antes en la reindustrialización de Nissan. El comité de empresa había advertido que si no se producían avances significativos, convocaría protestas de los trabajadores de Nissan.