Los comunicados y los actos públicos de las marcas fabricantes se han transformado en los últimos meses en una competencia por mostrar la magnitud de las nuevas inversiones y de la creación de empleo que comporta.
El presidente de Ford, Mark Fields, presumió el jueves en el acto de la puesta de largo de la apuesta de la multinacional por la fábrica de Almussafes de que los 2.300 millones inyectados desde 2011 son "la inversión más importante de la industria automovilística" y se ha convertido en un motor económico y de empleo, como sucedió cuando se inauguró la instalación en 1976, con 3.000 puestos de trabajo creados directamente y un 1.500 más en los fabricantes de componentes más próximos.
Es una muestra de cómo ha cambiado el perfil comunicativo de la industria de automoción en los últimos años, una evolución que se puede apreciar al comparar las nubes de palabras de las noticias negativas anteriores a la actual racha positiva con las de nuevas inversiones, modelos y creación de empleo.
Las abundantes visitas de los primeros ejecutivos de los fabricantes a factorías españolas acompañados del Rey, el presidente del Gobierno, ministros, consejeros... son también un cambio en la comunicación no verbal. Son fotos indicativas del resurgir de la industria automovilística.
