Vuelve el conflicto laboral a Nissan, si es que había desaparecido. Los sindicatos de las fábricas de Barcelona que cerrarán a final de este año han advertido de que los 2.525 empleados afetados están perdiendo la paciencia al ver la lentitud del proceso de reindustrialización y la actitud pasiva de la compañía. Los comités han advertido con convocar movilizaciones y han instado a Nissan a cumplir el acuerdo y contribuir a la búsqueda de alternativas industriales, así como a no llevarse maquinaria de las tres plantas que cerrará.
La gota que ha colmado el vaso ha sido la decisión de Nissan de no asumir el coste de 181.500 euros que tiene la contratación de una empresa consultora que impulse la reindustrialización, lo que ha obligado al Ministerio de Industria a poner en marcha una licitación pública con sus fondos, según ha denunciado Miguel Ángel Boiza, secretario general de CCOO en Nissan. Ese proceso ha retrasado el trabajo de la comisión de reindustrialización unos tres meses, según han denunciado los sindicatos en una rueda de prensa 'online'.
"Ha retrasado todo el calendario de la mesa. Nissan tiene las manos libres para pagar la consultora, hubiéramos ganado tres meses y ahora tendríamos una dinámica mejor", han indicado los dirigentes sindicales. La consultora KPMG acaba de recibir el encargo de pilotar la búsqueda de inversores después de una adjudicación que se abrió en noviembre.
Traslado de maquinaria
Para los sindicatos, la negativa de Nissan a sumar esos 181.500 euros a la factura millonaria que tendrá el cierre es una muestra de la actitud pasiva de la compañía, a pesar de que se comprometió a participar en la búsqueda de proyectos alternativos. "No tenemos el libro con los activos disponibles de Nissan, que es necesario porque conociéndolos puede haber más interés de inversores. Nissan tiene que se activa en la búsqueda de proyecto, no solo recibirlos", han indicado los sindicatos.
Los representantes sindicales han advertido a Nissan contra cualquier tentación de llevarse maquinaria porque eso "prejudicaría claramente a los trabajadores". Según el acuerdo de cierre firmado en el verano de 2020, Nissan aportará sus activos a la reindustrialización.
Al mismo tiempo, los sindicatos han reclamado a la multinacional japonesa que explique sus planes para los 600 empleados que se comprometió a mantener en el Centro Técnico y el Centro de Recambios, para los que todavía no hay un proyecto claro.
Todo apunta a que los empleados de Nissan que no se hayan prejubilado a final de 2021 (unos 1.500) tendrán que cobrar la indemnización y comenzar a cobrar el desempleo a partir de enero de 2022 durante un periodo que dependerá de los proyectos de reindustrialización. "Cabe la posibilidad de estar un tiempo en desempleo si conseguimos una empresa nueva. Dependerá del sector del que sea la empresa para el tiempo que se tardará. Se trata de reducir el tiempo de desempleo. Nos estamos quedando sin tiempo", han lamentado los sindicalistas.
Próximas movilizaciones
A la vista de la situación y de la falta de concreción de los proyectos, la plantilla habla abiertamente de nuevas convocatorias de movilizaciones. "No dudaremos en volver a las calles, Si alguien piensa que el conflicto de Nissan se ha acabado, se equivoca mucho", ha indicado Miguel Ruiz, responsable de Sigen-USOC.
Una de las posibilidades que barajan es volver a las calles durante la campaña electoral de las elecciones catalanas ante la indignación por el olvido de Nissan y de la industria por parte de los candidatos. "Estamos hartos de titulares que solo provocan incertidumbre", ha indicado Ruiz.
Los sindicatos han reclamado a la Generalitat que presente un proyecto para albergar una fábrica de baterías para vehículos eléctricos tal como ya han hecho otras autonomías competidores a las que podría ir la inversión en lugar de la Zona Franca de Barcelona.
