El misterio del acuerdo con el que la planta de Ford de Almussafes (Valencia) opta a producir coches eléctricos ha quedado desvelado. ¿Cómo subir los sueldos y al mismo tiempo lograr contención salarial y ahorro de costes? El sindicato UGT ha explicado las claves del acuerdo que negoció en la sede europea de Ford de Colonia.
El acuerdo alcanzado para competir con la planta de Saarlouis por la producción de los futuros modelos eléctricos prevé una subida salarial que suma 7.000 euros de media entre 2022 y 2025 y un aumento del tiempo de trabajo con una mayor flexibilidad a un precio más económico para la multinacional norteamericana. UGT ha explicado los términos de lo negociado al resto de sindicatos que representan a la plantilla de Ford de Almussafes y, al mismo tiempo, lo ha desvelado en un vídeo colgado en su canal de Youtube, manyeniendo así su estrategia de comunicación de las últimas semanas.
La clave para lo que el sindicato califica de "contención salarial pero no congelación" es un convenio colectivo a cinco años en el que los cuatro primeros se cambia radicalmente el esquema habitual de incrementos salariales. Se han pactado unas subidas fijas no vinculadas al IPC de 1.000 euros en 2022, que se pagarían a la firma del acuerdo; 1.500 euros en 2023; 2.000 euros en 2024; y 2.500 en 2025.
Pagos lineales no consolidables
Estas cantidades actuarían a modo de compensaciones lineales y no consolidables en tablas salariales, por lo que se evita el efecto arrastre que tienen los aumentos salariales y, eso sí, se congelan los niveles de retribución del convenio durante cuatro años. A partir del quinto año, se volvería al mecanismo tradicional que tiene en cuenta el IPC con cláusula de revisión: habría una subida del 1,6% sobre las tablas de 2022 a la que se sumaría un 0,5% si la inflación final de 2026 fuera más elevada.
José Luis Parra, secretario del comité de empresa, ha destacado que se parte de unas tablas que han subido un 7% por la revisión del IPC acordada con anterioridad, que representa un incremento de la masa salarial de entre 12 y 15 millones de euros anuales en el conjunto de la plantilla de 6.000 trabajadores, cuyo salario medio es de 30.000 euros.
La exigencia inicial de Ford era de una rebaja salarial del 15% y un aumento del tiempo de trabajo sustancial mediante una semana menos de vacaciones y un alargamiento de 3o minutos en cada turno.
Más flexibilidad, más barata
En lugar de ese incremento del tiempo de trabajo, el acuerdo prevé que, en el caso de que se adjudiquen nuevos modelos, una prolongación de 15 minutos por turno. Los cuaro días de jornada industrial se continuarán consumiendo antes de un ERTE si lo hubiera pero, si fuese necesario trabajar esos días, se renuncia a cobrar el plus existente. Si fuera necesario aumentar más la producción, se podrían trabajar hasta 8 sábados por año con un día de vacaciones a cambio y un plus de flexibilidad de unos 100 euros en el caso estándar de un operario de producción; de la misma manera, se contemplan 10 sábados adicionales anuales que se cobrarían como horas extraordinarias.
Con el fin de asegurar la cobertura de los picos de demanda, también se introduce la posibilidad de organizar un "miniturno" de noche de 4 horas con nuevas contrataciones, que podría ampliarse a jornada completa si fuera necesario. En este último caso, los 15 minutos de alargamiento de la jornada desaparecerían.
"Es un buen acuerdo a nivel económico dentro del contexto, razonable y equilibrado, porque ninguno de los incrementos son porcentualmente inferiores a lo que se estima de IPC, y tenemos cierta protección", ha asegurado Parra, uno de los dos representantes de UGT, junto a Carlos Faubel -presidente del Comité de empresa-, que presentó su propuesta a la dirección europea.
En el caso de que Ford se decante por adjudicar a la planta alemana de Saarlouis los nuevos modelos, el acuerdo quedaría reducido a un año de vigencia con un aumento salarial del 1% por encima del IPC.