El proveedor CIE Automotive ganó 185,2 millones en 2020, lo que supone una caída del 35,5% respecto al beneficio de 287,5 millones de 2019 como consecuencia del efecto de la pandemia. El resultado récord conseguido en el cuarto trimestre del año pasado permitió amortiguar el impacto de la crisis en los meses en que se paró la economía.
La compañía facturó 2.882,5 millones y registró un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 431,2 millones, con un margen sobre ventas del 15% y su resultado neto de explotación (Ebit) ha alcanzado los 283,4 millones.
CIE Automotive ha generado un flujo de caja operativo de 239 millones de euros y, a igualdad de perímetro, ha reducido su deuda financiera neta respecto a 2019, mientras, según ha destacado, ha sido capaz de mantener el dividendo a los accionistas y ha posibilitado un incremento en su retribución gracias a la reducción de capital realizada.
Mejora de rentabilidad en 2021
El consejero Delegado de CIE Automotive, Jesús María Herrera, ha indicado que, tras haber demostrado en 2020 la "flexibilidad y resiliencia" de su modelo de negocio "en la situación más adversa imaginable", afrontan 2021 "con optimismo" gracias al crecimiento de volúmenes previsto y al ambicioso objetivo de expansión de márgenes y caja operativa". "En 2021 vamos a demostrar que, gracias a nuestro foco en la excelencia operativa, somos capaces de superar nuestros niveles de rentabilidad pre-Covid aun con una recuperación solo parcial del sector", ha añadido.
Las perspectivas de la compañía para el 2021 pasan por alcanzar un margen Ebitda sobre ventas superior al 17%, una generación de caja superior al 60% del Ebitda y una deuda financiera neta de aproximadamente 2,5 veces el Ebitda.