Porsche, la marca de deportivos más deseada, se ha visto bastante golpeada en sus resultados de los primeros meses del año por la fuerte caída de la demanda en China y la apuesta por la electrificación que no acaba de fraguar.
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Todos los indicadores caen. Entre enero y septiembre Porsche entregó 226.026 automóviles, un 6,9% menos que en los nueve primeros meses de 2023. La facturación descendió un 5,2% en el mismo periodo hasta los 28.560 millones, pero el mayor impacto se registró en la rentabilidad, con una caída del 26,7% del beneficio operativo que se situó en 4.040 millones de euros (5.500 millones un año antes). Con estos resultados la rentabilidad sobre las ventas se contrajo al 14,1% frente al 18,3% en septiembre de 2023. El cash flow neto se recortó a menos de la mitad 1.200 millones, frente a 3.390 un año antes.
Lutz Meschke, vicepresidente de la junta directiva y responsable de finanzas en el equipo que dirige Oliver Blume, explicó este revés como consecuencia de la nueva situación en China, donde “nos enfrentamos a un cambio estructural de la demanda” y porque “la transformación global hacia los vehículos eléctricos está avanzando más lentamente de lo que se suponía”.
Revisión de costes y de modelos
Ante esta situación Meschke ha anunciado que va a tomar medidas de forma inmediata. “Estamos revisando nuestra línea de productos y ecosistema, así como nuestros presupuestos y los costos. Todo con el objetivo de aumentar nuestra flexibilidad y resistencia”. Porsche va a alinear ahora su oferta con la demanda en su estrategia de lograr “valor sobre volumen”, especialmente en el mercado chino, donde sigue habiendo problemas.
Pese a todo, Meschke quiso mostrar un moderado optimismo con una metáfora de competición. “Cada pista de carreras tiene secciones más lentas y rápidas. Lo mismo ocurre en un año financiero. En el cuarto trimestre, esperamos poder acelerar y conseguir un sprint final”. Aunque el tercer trimestre ha sido el más débil del año Porsche confía en cumplir los objetivos para todo el año, siempre que el contexto económico no empeore significativamente.
El ejercicio 2024 ha estado marcado en Porsche por una fuerte apuesta en el lanzamiento de nuevos productos con la actualización de cinco de sus seis líneas. La versión actual del Cayenne se lanzó a finales de 2023 y sus ventas aumentaron un 21% en los primeros nueve meses de 2024. Este año se ha empezado a entregar el nuevo Macan 100% eléctrico, tras la actualización de Panamera, Taycan y 911.
Previsiones de Porsche
Porsche AG destaca el complejo entorno macroeconómico, muy desafiante, que se suma a las tensiones y conflictos geopolíticos. Las incertidumbres y las cargas financieras surgen por la situación del mercado chino, los nuevos lanzamientos de productos, los posibles cuellos de botella en la oferta y la inflación en algunos costes, principalmente de proveedores. Al mismo tiempo, la empresa afirma estar manteniendo las inversiones en innovaciones, digitalización, sostenibilidad, desarrollo de futuros productos y servicios.
A pesar de la difícil situación general, Porsche confía en mantener la previsión para todo el año, siempre que las condiciones generales no empeoren significativamente, sobre todo por la amenaza de restricciones y aranceles a las importaciones. El objetivo son unas ventas de entre 39.000 y 40.000 millones de euros y un margen de entre el 23% y el 24%.
