Mientras en España se intenta contener la pandemia del Covid-19 y se empieza a pensar en el día después, en China se acaba de poner en marcha un plan para impulsar la economía y la industria automovilística. Después de casi dos meses de parón, el Gobierno chino ha puesto toda la carne en el asador para reactivar el mercado y las fábricas.
El plan anticrisis de China incluye una prórroga de las ayudas a los vehículos electrificados, al tiempo que y una reducción del IVA para los coches de segunda mano. Los subsidios para vehículos electrificados fabricados en el país tenían que finalizar a final de 2020, pero ahora se mantendrán durante dos años más. Los vehículos eléctricos e híbridos también continuarán sin pagar el impuesto de matriculación del 10% hasta final de 2022.
Caídas de las ventas
A partir del 1 de mayo y hasta final de 2023, las ventas de vehículos de ocasión tendrán que pagar un impuesto del 0,5% en lugar del 2%.
Debido al recorte de los subsidios y al brote de coronavirus que empezó en Wuhan, las ventas totales de vehículos electrificados en China cayeron un 60% en los primeros dos meses de 2020, según la Asociación China de Fabricantes de Automóviles. Las entregas de vehículos usados cayeron un 47% en enero y febrero.
Reactivación de la industria
Además, el plan de China para reactivar el mercado automovilístico prevé bonificaciones para desguazar camiones diésel antiguos con la finalidad de reducir las emisiones de vehículos en Pekín y Tianjin.
La industria automovilística china empezó a superar el parón de la actividad recientemente al levantar el Gobierno chino las severas restricciones a la movilidad y el confinamiento obligatorio de la población. Las principales fábricas han ido recuperando la actividad, así como las plantas de los proveedores, incluidos los de capital español que suministran a la industria local.
