BYD está considerando Alemania como la ubicación para su tercera planta de ensamblaje en Europa, según informó una fuente cercana al proyecto a Reuters. La decisión de BYD estaría influenciada por la oposición de Alemania a los aranceles impuestos por la Unión Europea sobre los vehículos eléctricos fabricados en China, aunque tendría algunos factores en contra.
Los fabricantes chinos buscan establecer plantas en Europa para expandir su cuota de mercado y evitar los costos adicionales derivados de los aranceles de importación. Stella Li, vicepresidenta ejecutiva de BYD, declaró recientemente que la empresa planea construir una tercera instalación en el continente dentro de los próximos dos años, además de las que ya está desarrollando en Hungría y Turquía. Sin embargo, no especificó la ubicación exacta.
Según la fuente citada, Alemania es la principal opción para la nueva planta, aunque la decisión final aún está en debate debido a factores como los altos costos laborales y energéticos, la baja productividad y la escasa flexibilidad del país. Además, BYD sigue la directriz de Pekín de evitar inversiones en países que apoyaron los aranceles de la UE, lo que ha llevado a descartar opciones como Italia y Francia.
Pros y contras de Alemania para BYD
En su estrategia de expansión, BYD también ha analizado la posible adquisición de plantas alemanas que se espera que cierren, particularmente de Volkswagen, según informes de Reuters. Esta estrategia podría facilitar su establecimiento en el país y fortalecer su presencia en el mercado europeo.
El futuro político de Alemania también podría influir en la decisión de BYD. El partido Demócrata Cristiano, que podría liderar el próximo gobierno, ha prometido reducir impuestos corporativos y atraer trabajadores calificados, con un enfoque especial en apoyar al sector automotriz.
Las plantas de BYD en Hungría y Turquía tienen una capacidad combinada de 500.000 vehículos al año y se espera que inicien producción en octubre de 2025 y marzo de 2026, respectivamente. Además, la compañía está apostando tanto por vehículos eléctricos como por tecnología híbrida para consolidar su crecimiento en Europa.
Según estimaciones de S&P Global Mobility, las ventas de BYD en Europa se duplicarán en 2025, alcanzando las 186.000 unidades, y podrían llegar a 400.000 para 2029, lo que refuerza su estrategia de expansión y consolidación en el mercado europeo.