El sector del automóvil ha cosechado una buena añada en 2016 con algunos récords a pesar de haber ido con piloto automático y sin plan PIVE durante meses por la falta de un nuevo Gobierno. El lobby de la automoción ha tenido poco trabajo en 2016 por desaparición del interlocutor, aunque tampoco le ha hecho falta.
Seis modelos nuevos
Todos los indicadores de la industria y del mercado han cerrado el año en positivo y con algún récord. La producción de las fábricas españolas superó en noviembre los 2,7 millones de vehículos con lo que en diciembre es probable que se quede cerca de 2,9 millones de unidades, algo más de lo esperado. Y eso a pesar de que algunos mercados importantes de las exportaciones como el Reino Unido han flaqueado.
Como consecuencia de esa tendencia positiva, las fábricas han recogido beneficios en rentabilidad y recuperación de poder adquisitivo de sus plantillas después de importantes sacrificios salariales y de jornada plasmada en nuevos convenios o acuerdos como los de Renault, Seat y Nissan. La buena cosecha de nuevos modelos adjudicados a las plantas españolas también ha continuado con el Seat Arona en Martorell, el nuevo SUV pequeño basado en Polo de Volkswagen en Pamplona, la nueva generación del Opel Corsa y Adam en Figueruelas, un nuevo coche pequeño de Renault en Valladolid y el Peugeot 208 en Vigo. Esos modelos nuevos traerán nuevos empleos en los próximos meses.
La asignatura pendiente
Las ventas de coches nuevos en España cerrarán el ejercicio con una mejora de alrededor del 11% y legarán a 1.150.000 matriculaciones, según las estimaciones de Anfac. El año podía haber sido algo mejor si el PIVE no se hubiera agotado en julio pasado, pero a pesar de eso el piloto automático se ha notado en los concesionarios. El mercado de vehículos de ocasión también ha crecido un 8% y superará los 1,9 millones de coches vendidos, según Ganvam. Con todo ello, la rentabilidad de los concesionarios siguió mejorando hasta una media de un 1,8% de la facturación. El sector no ha necesitado un Gobierno nuevo en 2016 para seguir mejorando sus resultados, pero ¿qué pasará en 2017? La asignatura pendiente es la reforma de la fiscalidad del automóvil con el telón de fondo de la creciente presión sobre los coches diésel por la necesidad de reducir la contaminación.