Industria

Bruselas mueve ficha para apoyar a la automoción

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anuncia un diálogo para tomar medidas urgentes ante los retos de la automoción

Ursula von der Leyen en el Parlamento europeo / EFE / EPA / JULIEN WARNAND

Ursula von der Leyen en el Parlamento europeo / EFE / EPA / JULIEN WARNAND

Toni Fuentes

19.12.2024 21:48h

4 min

La Comisión Europea mueve ficha por fin ante la tormenta perfecta y perversa para la automoción en 2025. Bruselas ha anunciado el inicio de un diálogo estratégico con la industria automovilística, que comenzará en enero de 2025, con el objetivo de diseñar medidas urgentes para sostener un sector clave en la economía europea que afronta retos históricos. Esta iniciativa busca mitigar el impacto del encarecimiento de la energía, la competencia global de China y Estados Unidos, y los desafíos de la transición hacia la movilidad eléctrica.

"Necesitamos asegurar que el futuro de nuestros coches permanece firmemente anclado en Europa", afirmó la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al presentar el proyecto, que involucrará a fabricantes, proveedores, sindicatos y representantes de la cadena de valor del sector.

Un sector en crisis y en transformación

El automóvil representa el 7% del PIB de la Unión Europea y genera 13,8 millones de empleos directos e indirectos. Sin embargo, la industria se enfrenta a un escenario complicado, con ventas de vehículos un 18% por debajo de los niveles previos a la pandemia y un descenso del 8,4 % en las ventas de eléctricos.

El canciller alemán Olaf Scholz se ha hecho eco de los avisos de los fabricantes al advertir sobre el riesgo de sanciones por no cumplir los objetivos de reducción de emisiones de CO2, que entrarán en vigor en 2025. "No tiene sentido cargar a la industria con multas adicionales en un momento en que necesita invertir en electromovilidad", señaló Scholz, instando a la Comisión Europea a buscar alternativas.

Propuesta de un plan europeo de incentivos

Una de las medidas que están sobre la mesa la lanzó precisamente el canciller alemán y consiste en la creación de un plan europeo de incentivos para vehículos eléctricos, una estrategia que busca reactivar la demanda en un mercado que pierde cuota frente a los fabricantes chinos y estadounidenses. Además, Von der Leyen ha avanzado que las conversaciones explorarán algunos de los desafíos a los que se enfrenta el sector:

  • Simplificación del marco regulatorio: para facilitar la transición tecnológica y abordar la competencia global.
  • Aumento de la digitalización e innovación: con énfasis en tecnologías como la conducción autónoma y la inteligencia artificial.
  • Impulso a la descarbonización: explorando fuentes de energía sostenibles y manteniendo un enfoque tecnológico abierto.
  • Formación y empleo: para adaptar la mano de obra a las nuevas exigencias del sector.

Tensión por los recortes y despidos

La situación de algunos fabricantes europeos ha encendido las alarmas. Volkswagen ha anunciado el cierre de tres fábricas en Alemania, a lo que se suman recortes de empleo de Ford y Stellantis. Las multas por no alcanzar la reducción de emisiones de CO2 comportaría unas multas de 15.000 millones de euros para los fabricantes de vehículos con presencia en Europa, según el sector. La alternativa sería igual de mala o incluso peor porque conllevaría un recorte de producción y venta de unos 2,5 millones de vehículos de combustión, lo que equivale a entre siete y ocho plantas.

El inicio del diálogo que ha hecho Ursula von der Leyen se alinea con las recomendaciones que hizo Mario Draghi, ex primer ministro de Italia y ex presidente del BCE, en un informe sobre la situación de la industria europea. Draghi criticaba que la hoja de ruta hacia la electrificación de la movilidad debía tener un enfoque más amplio desde el punto de vista tecnológico y requería un plan de apoyo a la transición de la industria automovilística.

Hacia una estrategia conjunta

El diálogo estratégico incluirá cumbres lideradas por Von der Leyen y reuniones temáticas que podrían culminar en una nueva estrategia comunitaria para el sector, incluyendo posibles modificaciones normativas.

La industria europea se encuentra en una encrucijada: adaptarse con rapidez a la transición energética y tecnológica o ceder terreno a potencias emergentes. El éxito de estas negociaciones será crucial para determinar el futuro de la automoción en Europa.

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