La megafábrica de Nissan en el Reino Unido puede tener un futuro negro por culpa del Brexit. La multinacional japonesa se plantea dar marcha atrás en sus planes de producir el nuevo Qashqai, lo que supondría abocar la factoría al cierre, según publica el diario económico británico Financial Times. De rebote, la planta de Nissan de Barcelona se podría ver beneficiada con esa decisión ya que necesita la asignación de nuevos modelos para sobrevivir en el futuro.
Hasta ahora, Nissan había mantenido un perfil bajo con discreción en sus planes de futuro en relación con el Brexit, aunque había exigido al Gobierno británico que negociara un acuerdo con la UE para evitar el sobrecoste de un arancel del 10%. Pero la proximidad al nuevo plazo final para la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea y las malas perspectivas de que haya un pacto con el Ejecutivo de Boris Johnson han llevado a la compañía a replantearse la producción de la nueva generación del principal modelo que se fabrica en Sunderland.
Claridad sobre el Brexit
El Financial Times, que es propiedad del grupo mediático japonés Nikkei, citó a tres personas con conocimiento del asunto diciendo que la decisión de construir el Qashqai en Gran Bretaña había estado supeditada a la firma de un acuerdo para un Brexit "suave" que incluía una transición sin aranceles.
"Si bien no comentamos sobre escenarios especulativos, nuestros planes para la producción de Qashqai en Sunderland no han cambiado", dijo un portavoz de la compañía. Sin embargo, la misma fuente admite que Nissan está hoy "entre aquellas compañías con grandes inversiones en el Reino Unido que todavía esperan claridad sobre cómo será la futura relación comercial entre el Reino Unido y la UE", según la agencia Reuters.
Hace solounos meses, Nissan ya renunció a producir en Sunderland la nueva generación del todoterreno X-Trial a la cual se había comprometido debido al clima de inestabilidad económica y política. Asimismo, la planta ha dejado de producir modelos de la marca de gama alta de Nissan Infiniti debido a su retirada del mercado europeo.
Nissan Barcelona, a la espera
La factoría de Sunderland, en al que trabajan 7.000 empleados, celebró en junio pasado la producción de la unidad número 10 millones después de 33 años de actividad. En 2018, la producción bajó de 519.000 unidades en 2017 a 487.000, de las que 345.000 correspondieron al modelo Qashqai, 100.000 al Juke, 21.000 del eléctrico Leaf y otros 21.000 de Infiniti.
Un posible cierre de Sunderland obligaría a Nissan y a su socia Renault a montar un dispositivo para distribuir la producción en otras factorías del grupo, entre las que Barcelona sería una de las candidatas. La planta catalana trabaja a un 30% de su capacidad después del cese de la producción de los modelos Pulsar y NV200, lo que llevó a la compañía a recortar la plantilla en 600 empleados.
