La historia se repite, pero esta vez es todavía más sangrante. Cuando parecía que Cataluña tenía amarrada una inversión del fabricante chino de coches eléctricos de lujo Thunder Power, la región belga de Valonia acaba de pasar por delante y ha puesto las bases para robar el proyecto de 280 millones para construir una fábrica y un centro de investigación y desarrollo.
Ayuda pública 150 millones de dólares de Bélgica a Thunder Power
La oferta de Bélgica para conseguir la inversión del fabricante Thunder Power, que tiene su sede en Hong Kong, es casi imbatible. Supone una inversión por parte del fondo público Sogepa, propiedad de la región de Valonia, de 150 millones de dólares (128 millones de euros) en el proyecto de Thunder Power, valorado en un total de 280 millones de euros.
El fondo Sogepa acaba de firmar un acuerdo marco con el fabricante chino durante una visita a su sede en Hong Kong y a la nueva fábrica de vehículos eléctricos de Gangzhou. El propietario de Thunder Power, Shen Wei, estudia ubicar en Bélgica el centro de I D y la fábrica para el mercado europeo aprovechando el buen clima del Gobierno belga para las inversiones extranjeras, según publica el diario taiwanés Digitimes.
Reindustrializar una planta cerrada de Caterpillar en Bélgica
El Ejecutivo de Valonia, a través del fondo de reindustrialización Sogepa, tiene como objetivo paliar los efectos del cierre de una planta de excavadoras y maquinaria industrial de Caterpillar en la localidad de Gosselies, que dejó sin trabajo a unos 1.400 empleados. Desde el mes de mayo, las instalaciones de Caterpillar en Bélgica, que suman unas 100 hectáreas, han pasado a manos de Sogepa. Al frente de la negociación con Thunder Power, que se intensificó en mayo, se encontraba el ministro valón de Economía, Pierre-Yves Jeholet.
Además de la competitiva oferta de Bélgica, Cataluña también ha tenido en contra problemas con los terrenos públicos en los que Thunder Power quería instalarse en Castellolí (Anoia), según avanzó TV3. La inversión anunciada por Thunder Power y la Generalitat con bombo y platillo en marzo de 2017 preveía dos fases. En la primera, la compañía tenía previsto invertir 80 millones de euros en un centro de I D en 2018 con una plantilla de 200 puestos de trabajo. En una segunda fase, Thunder Power tenía intención de invertir 200 millones en una planta de producción de coches eléctricos con la contratación de 1.000 trabajadores. El acuerdo con Thunder Power fue firmado por el entonces 'conseller' de Empresa, Jordi Baiget. Si se confirma la fuga del proyecto a Bélgica, se tratará de la tercera ocasión en que un fabricante de coches chino da marcha atrás en sus planes en Cataluña. En las dos primeras ocasiones fueron las marcas Chery y Brilliance.
