El 5 de marzo se ha convertido en una fecha señalada en el calendario de todos los directivos del sector automovilístico europeo. Es el día en el que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presentará la nueva hoja de ruta fruto del diálogo estratégico exprés que se lleva a cabo durante este mes de febrero. Los encuentros entre la industria de automoción y los comisarios responsables de las áreas implicadas han superado ya el ecuador y han servido para que el sector fije sus prioridades y preocupaciones. La principal es, sin duda, alejar el temor a las multas multimillonarias por culpa de la lentitud en la venta de vehículos eléctricos.
El arranque de este proceso largamente reclamado por la industria fue una reunión clave, celebrada a final de enero, con Von der Leyen para poner las bases del Diálogo Estratégico que pretende impulsar la transición hacia una movilidad de cero emisiones sin comprometer el liderazgo industrial del continente. Durante la reunión, los fabricantes y proveedores de vehículos subrayaron la urgencia de eliminar barreras burocráticas y fomentar una transición basada en la demanda del mercado.
Ola Källenius, CEO de Mercedes-Benz y presidente de la patronal europea de fabricantes (ACEA), destacó que la industria sigue firmemente comprometida con la movilidad sin emisiones, pero enfatizó que el éxito de la transición depende de condiciones propicias para la inversión y la adopción de nuevas tecnologías. "El próximo Plan de Acción debe eliminar los obstáculos e introducir las flexibilidades necesarias para que la transformación sea efectiva", afirmó.
Infraestructura y demanda: retos urgentes
Uno de los temas centrales abordados en una de las reuniones mantenidas ya es la necesidad de acelerar el despliegue de infraestructuras de recarga y repostaje. A día de hoy, el 60% de los puntos de recarga en la UE se concentran en solo tres países, y la disponibilidad de estaciones para vehículos pesados es casi inexistente. Ante este panorama, los fabricantes insistieron en la urgencia de establecer incentivos fiscales y de compra, tanto a nivel nacional como paneuropeo, para estimular la adopción de vehículos de cero emisiones.
Sigrid de Vries, directora general de la ACEA, reiteró la necesidad de una política basada en el mercado en lugar de un enfoque punitivo. "La UE debe aliviar las inminentes sanciones por emisiones de CO2 y realizar una revisión ambiciosa del Reglamento sobre Infraestructura de Combustibles Alternativos. Además, apoyamos la introducción de un plan de incentivos a nivel europeo", afirmó.
Por su parte, Benjamin Krieger, secretario general de CLEPA, destacó la importancia de una estrategia que no discrimine tecnologías. "Lograr una descarbonización más rápida requiere aprovechar el liderazgo en ingeniería de Europa. La electrificación debe ir acompañada de una estrategia para desarrollar cadenas de suministro de movilidad eléctrica y combustibles renovables", sostuvo.
Formación y empleo: pilares para el futuro
Otro punto crucial del encuentro fue el impacto de la transición en la fuerza laboral de la industria. Con más de 13 millones de personas empleadas en el sector automotriz europeo, los fabricantes instaron a la UE a garantizar una transición justa para los trabajadores, proporcionando formación y desarrollo de capacidades alineadas con las nuevas tecnologías.
En este contexto, se propuso la creación de una Academia del Ecosistema de Movilidad y Automoción y la mejora del intercambio de mejores prácticas en toda la UE. Asimismo, se abogó por integrar la formación en programas de investigación europeos como Horizonte Europa y reformar las normas sobre ayudas estatales para facilitar la financiación de iniciativas de educación y aprendizaje.
Innovación y digitalización: clave para la competitividad
En la comisión de innovación y digitalización, los fabricantes de vehículos y componentes también manifestaron su preocupación por la creciente burocracia y los requisitos de cumplimiento excesivos, que podrían obstaculizar la capacidad innovadora del sector. La UE necesita reforzar su ecosistema de semiconductores y electrónica automotriz, impulsar la I+D y fomentar alianzas globales que permitan un mercado unificado para vehículos autónomos y conectados.
En este sentido, los fabricantes lamentaron la retirada de la propuesta sobre patentes esenciales estándar, una decisión que, según ACEA, podría afectar la competitividad europea en el desarrollo de tecnologías clave para la movilidad del futuro.
Benjamin Krieger enfatizó la necesidad de una inversión sustancial en tecnologías clave como la inteligencia artificial y la computación en la nube. "Estados Unidos y otros países están avanzando rápidamente en estos campos. Europa debe responder con un enfoque audaz para garantizar un mercado próspero para la movilidad digital y la electrificación", destacó.
Próximos pasos
Este primer Diálogo Estratégico sienta las bases para una colaboración más estrecha entre la Comisión Europea y la industria automovilística. Los fabricantes esperan que las próximas reuniones no solo mantengan el compromiso de reducir la burocracia, sino que también garanticen que las decisiones regulatorias reflejen las realidades del mercado y promuevan una transición equilibrada y sostenible.
La industria ha dejado claro que la transición hacia una movilidad sin emisiones es irreversible, pero exige un marco propicio que garantice que Europa siga siendo líder en innovación y competitividad. En este sentido, la colaboración entre empresas y políticas públicas será determinante para definir el futuro del sector automotriz europeo.