La industria de automoción de Alemania ha reaccionado al resultado de las elecciones generales del 23 de febrero con una clara petición al futuro gobierno: acciones decisivas para fortalecer la competitividad del país. La presidenta de la Asociación de la Industria Automovilística Alemana (VDA), Hildegard Müller, ha subrayado la necesidad de tener "una voz alemana fuerte" en Europa y un liderazgo que impulse reformas estructurales urgentes.
Un gobierno estable y comprometido con la industria
Müller ha instado a los partidos políticos a alcanzar rápidamente un acuerdo de coalición y formar un ejecutivo estable que aborde los desafíos económicos y geopolíticos de forma decidida. “Alemania no puede permitirse el lujo de quedarse quieta. Necesitamos un gobierno que asuma su responsabilidad, fortalezca el territorio y, con ello, la economía y el crecimiento, asegurando así el futuro del trabajo y del empleo”, ha declarado.
Desde la VDA advierten que la industria automovilística sigue comprometida con Alemania como base para su producción global, pero que las condiciones actuales ponen en riesgo la competitividad. En este sentido, Müller ha señalado tres problemas clave que deben resolverse con urgencia: altos precios de la energía, que impactan en la rentabilidad de las fábricas; exceso de burocracia, que frena la agilidad en la toma de decisiones e inversiones; carga fiscal y arancelaria elevada, que resta competitividad frente a otros mercados.

El canciller alemán, Olaf Scholz, en una planta de baterías de Volkswagen / VW
Reformas económicas para evitar la pérdida de inversión
El sector del automóvil es uno de los pilares de la economía alemana, con un peso decisivo en el PIB y el empleo. Por ello, Müller ha reclamado un plan de acción ambicioso y a largo plazo que incluya medidas concretas de apoyo a las pequeñas y medianas empresas del sector. "El compromiso con las pymes debe ir acompañado de medidas que prometan alivio a corto, medio y largo plazo", ha añadido.
Desde la industria se espera que el futuro gobierno actúe con rapidez para garantizar la estabilidad económica y evitar la deslocalización de inversiones a países con regulaciones más favorables.
Reacción positiva en los mercados
La respuesta de la industria ha ido acompañada de una moderada recuperación en la bolsa para los principales fabricantes de automóviles alemanes. Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz han cerrado la jornada con alzas en su cotización, reflejando cierto optimismo entre los inversores ante la posibilidad de un gobierno estable y con un enfoque más claro hacia la competitividad industrial.

Fábrica de vehículos eléctricos de Ford en Colonia / FORD
Sin embargo, el sector sigue expectante ante las negociaciones de coalición, con la esperanza de que el próximo canciller priorice medidas económicas favorables para la industria automotriz, clave en la transformación hacia la electromovilidad y la sostenibilidad.
La incertidumbre política y económica en Europa, junto con la presión de competidores como China y Estados Unidos, hacen que la automoción alemana reclame con más fuerza que nunca una estrategia clara para garantizar su liderazgo global en los próximos años.
Un resultado electoral que apunta a la Gran Coalición
Las elecciones generales de Alemania han dejado un escenario marcado por el dominio de las fuerzas conservadoras, pero con la necesidad de buscar alianzas para formar gobierno. La Unión Demócrata Cristiana (CDU/CSU) ha ganado los comicios con un 28,6 % de los votos, aunque sin mayoría suficiente para gobernar en solitario. En segundo lugar, se ha situado el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (Afd), seguido del Partido Socialdemócrata (SPD), lo que deja abierta la opción de una Gran Coalición entre CDU y SPD, a pesar de los recelos expresados durante la campaña.
El futuro Gobierno alemán tendrá que definir su estrategia en materia industrial y económica, aspectos clave para el sector del automóvil, que espera una política firme en la defensa de la competitividad de las fábricas y el empleo en Alemania.
La presidenta de VDA, Hildegard Müller, ha suavizado el posicionamiento que hizo en contra de las opciones populistas con motivo de las elecciones europeas de 2024. En ese momento aseguró: "Mi petición a todos los ciudadanos es: ¡vayan a votar! Utilicen su voz, no la entreguen a los populistas que no ofrecen soluciones sostenibles". "La UE -añade- ofrece a todos los europeos muchas ventajas: libertad de circulación, protección de los consumidores, un gran mercado interior, estabilidad política y económica. Sobre todo, Europa significa una cosa: paz. Por eso no se puede ignorar la importancia de las elecciones europeas de 2024".
En su última conferencia anual, la VDA lanzó un contundente aviso sobre la delicada situación del sector. Hildegard Müller, presidenta de la VDA, subrayó la pérdida de competitividad internacional y alertó sobre las consecuencias para el empleo, la inversión y la economía del país.

Protesta contra los despidos en Volkswagen / X IG METALL
Pérdida de competitividad y de empleos
"Alemania ya no es competitiva a nivel internacional", destacó la patronal VDA. Su presidenta instó a Berlín y Bruselas a adoptar reformas económicas integrales para recuperar la posición de liderazgo de Alemania. "El año 2025 debe marcar un punto de inflexión: necesitamos un cambio de mentalidad y una política que fomente la innovación, el crecimiento y el empleo", afirmó.
El panorama es crítico. Los elevados costes energéticos, la excesiva burocracia y la falta de políticas efectivas están erosionando la competitividad del país. Según Müller, los precios del gas y la electricidad en Alemania triplican los de Estados Unidos y China, lo que supone una desventaja insostenible para las empresas alemanas.
La industria sigue invirtiendo, pero fuera de Alemania
Entre 2025 y 2029, las empresas automovilísticas alemanas planean invertir 320.000 millones de euros en investigación y desarrollo y otros 220.000 millones en infraestructura y fábricas. Sin embargo, un porcentaje significativo de estas inversiones se destinará a proyectos en el extranjero, reflejando la pérdida de atractivo del país como sede industrial.
"El 70% de los empleos en nuestro sector dependen de las exportaciones, y estamos viendo cómo se deslocalizan cada vez más inversiones. Esto tendrá consecuencias importantes y aún imprevisibles para muchas regiones de Alemania", advirtió Müller. La VDA estima que la automoción de Alemania afronta una pérdida potencial de 190.000 empleos en el tránsito hacia la plena electrificación en 2035, de los cuales 46.000 ya han desaparecido en los recortes laborales aplicados por fabricantes y proveedores.
Mercado y producción estancados
A todos esos hándicaps se suma la amenaza de las multas por superar los nuevos objetivos de reducción de CO2 en 2025. La única solución en estos momentos es un reto prácticamente imposible: se necesitaría un aumento del 53% de las ventas de vehículos electrificados, alcanzando 873.000 unidades, de las cuales 666.000 tendrían que ser totalmente eléctricos (+75%). La realidad es que en 2024 se vendieron en Alemania 380.609 vehículos eléctricos, un 27% menos, y casi 192.000 híbridos enchufables, un 9% más.
El economista jefe de la VDA, Manuel Kallweit, presentó las previsiones del sector para 2025: en el mercado alemán se espera un crecimiento del 1%, con 2,8 millones de vehículos matriculados, un 25% menos que en 2019. En la misma línea, la producción nacional subirá también el 1% hasta 4,15 millones de unidades, con un récord de coches eléctricos (+24%). Las exportaciones subirán un 2%, hasta 3,2 millones de vehículos.