Cuando todavía estamos en pleno estado de alarma, se ha desatado una tormenta en Barcelona en relación con la movilidad. Las declaraciones de la teniente de alcalde de Movilidad del Ayuntamiento de Barcelona, Janet Sanz, a favor de la movilidad sostenible para frenar el uso del coche han actuado como un resorte en el sector de automoción, que se ha lanzado en tromba contra la concejala.
Jaume Roura, presidente de la patronal que agrupa los concesionarios y vendedores de vehículos de Barcelona y de Cataluña y también de la Unión Patronal Metalúrgica (UPM, ha pedido directamente la dimisión inmediata de Janet Sanz, a quien acusa de practicar un discurso vacío y temerario para un sector estratégico de la economía de la ciudad y de Cataluña.
La automoción da trabajo en toda Cataluña a 143.000 personas, un 4% de la población ocupada de la comunidad, con una facturación de 24.000 millones, un 10% del PIB catalán, según recuerda el Clúster de la Industria de Automoción de Cataluña (CIAC) en su respuesta a Janet Sanz. La mayor parte de esos empleos están concentrados en Barcelona y en su área metropolitana, con Seat (15.000 empleados) y Nissan (3.000) como empresas tractoras del tejido productivo y empresarial.
Problemas en Nissan Barcelona
Por si eso fuera poco, las declaraciones en contra del automóvil de la teniente de alcalde llegan en un momento en el que la planta de Barcelona de Nissan se juega su futuro con el temor de los sindicatos a que la empresa aproveche la crisis económica del coronavirus para cerrar las instalaciones.
"Aprovechar una crisis sanitaria y económica sin precedentes para cargarse uno de los motores vitales en Cataluña es de una irresponsabilidad y una falta de respeto inaceptable. Nadie se puede imaginar que una pandemia como el coronavirus pueda aportar absolutamente nada positivo. La lucha es común y unánime pero así no parece que lo acaba de entender ni ver la teniente de alcalde", lamenta Jaume Roura en una carta en la que exige responsabilidades a la alcaldesa Ada Colau por las palabras de Janet Sanz.
"El discurso que propaga es tan vacío que ni plantea alternativas, ni da datos empíricos, ni tiene presente la reconversión, la inversión y la apuesta firme en la lucha contra el cambio climático que hacemos desde el mismo sector de la automoción. Cómo se atreve, señora Sanz, lanzar estas declaraciones y vernos como un enemigo, en vez de un aliado?", asegura el máximo representante de los concesionarios y la industria metalúrgica.
Críticas de Foment del Treball
El presidente del CIAC, Josep Maria Vall, dice que “parece evidente que las declaraciones se han hecho sin tener información clara y detallada”. Por este motivo, el CIAC enviará a la concejala barcelonesa una copia de su informe del sector, presentado hace un año y encargado a la consultora KPMG. "Entendemos y compartimos la preocupación por el medio ambiente, por eso la industria a propuesto el coche eléctrico como una solución más inmediata, o el coche de pila de combustible como un futurible", ha argumentado Josep Maria Vall, quien ha añadido “el sector de la automoción está en un cambio permanente y sabemos que la solución de futuro pasa por vender movilidad".
La patronal Foment del Treball también ha denunciado el "ataque injustificado" al sector del automóvil por parte de la teniente de alcalde, que ha generado "alarma y decepción" al mundo empresarial de la capital catalana. En un comunicado, el presidente de Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre, ha considerado "inadmisibles" unas declaraciones que Sanz hizo el pasado lunes en un seminario organizado por el medio digital Ciclosfera.com en las que abogó por "una reconversión industrial de todo el sector automovilístico del país. Es ahora o nunca" y pidió "evitar" que el excedente de producto sin vender por el estado de alarma "se vuelva a colocar en el mercado" y que "se vuelva a reactivar".
Las declaraciones de Janet Sanz se producen en un momento en el que los ciudadanos que han vuelto al trabajo han aumentado sus desplazamientos en coche privado en lugar del transporte público, tal como habían recomendado las administraciones para evitar contagios de Covid-19. Una encuesta del RACE destaca que el 20% de los que iban al trabajo en transporte público cambiará a la modalidad privada, mientras que todos aquellos que ya utilizaban el coche antes de la crisis afirman que lo seguirán haciendo después.