Los máximos directivos de los fabricantes automovilísticos han dado un paso al frente y han firmado un manifiesto dirigido a la Unión Europea ante lo que advierten del "momento crítico" que vive la automoción en Europa. El documento, que ha sido impulsado por la patronal europea de fabricantes (Acea), enmienda la política de la Comisión Europea al defender la competencia y criticar el proteccionismo, aunque pide unas reglas justas para el comercio.
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El manifiesto de Acea va rubricado por 17 consejeros delegados y presidentes de la mayoría de los grandes grupos de automoción con presencia en Europa. El gran ausente es el grupo Stellantis, que optó por salir de Acea al estar en contra de la política lobista tradicional. Los directivos dan sus recetas a los dirigentes de la UE con motivo de las próximas elecciones europeas y poco antes de la celebración de la cumbre climática mundial COP28.
"Europa y la industria automotriz se encuentran en un momento crítico. Los obstáculos son enormes y hay mucho en juego. Se necesita una acción coordinada urgente por parte de los responsables políticos europeos", afirman los CEO de la industria automovilística.
Carencias de Europa
Después de ser renovado por la patronal para un mandato de un año más, el presidente de Acea y consejero delegado de Renault, Luca de Meo, ha presentado el manifiesto firmado por los directivos de marcas europeas, japonesas, coreanas y norteamericanas. "La competencia es muy saludable, la verdadera competencia también significa mercados globales abiertos y reglas comerciales libres y justas", ha apuntado De Meo.
"La transformación verde -asegura el documento- trae consigo cadenas de valor completamente nuevas que Europa aún no ha desarrollado completamente. La transición a la era digital también ha provocado cambios profundos en el negocio de los fabricantes de vehículos. Al mismo tiempo, nos enfrentamos a una feroz competencia global, a un aumento de los costos de hacer negocios, a un proteccionismo cada vez mayor y a un panorama geopolítico que cambia radicalmente".
¿Qué piden los directivos del automóvil?
Las recetas del lobby automovilístico se centran en la producción, la oferta y la demanda. En términos generales, los directivos instan a las instituciones europeas a "establecer una estrategia industrial holística de la UE en todos los pasos de la cadena de valor digital y verde: desde I+D, minería, refinación, componentes y fabricación; a redes de carga, energía, incentivos de compra y reciclaje a lo largo de todo el ciclo de vida".
Una de las razones para posicionarse en contra del proteccionismo es la necesidad de acceder a materias primas y componentes fabricados en otras áreas geográficas, para lo que piden que la UE negocie acuerdos comerciales con terceros países. Sin embargo, el expediente abierto a China por una presunta política de incentivos abusivos a la producción de vehículos eléctricos que se acaban vendiendo en Europa puede ir en dirección contraria debido al riesgo de desencadenar una guerra comercial.
Previsiones de ventas
En el terreno industrial, el manifiesto defiende "crear las condiciones para fabricar una gama completa de vehículos de cero emisiones, incluidos vehículos eléctricos pequeños que sean asequibles de comprar y rentables de producir en Europa", así como "acelerar la mejora y la reconversión de la mano de obra".
Respecto al mercado, la automoción propone "ampliar los incentivos de compra, los esquemas de adquisiciones y los beneficios fiscales para consumidores y empresas", incrementar los puntos de carga eléctricos y de hidrógeno y ganarse a los usuarios con "políticas inteligentes".
Acea prevé que las ventas de coches en la UE suban un 2,5% en 2024, tras un incremento del 12% eb 2023 con unos 10,4 millones de vehículos, aún por debajo de los niveles anteriores a la pandemia. La cuota de mercado de los vehículos eléctricos en la UE se situará en torno al 14 o 14,5 %, con un impulso del 55 %, en el presente ejercicio y llegará al 20 % el año próximo.