La industria de automoción de EEUU, el segundo país productor de automóviles del mundo tras China, afronta semanas decisivas en la negociación de los nuevos convenios colectivos. A medida que se acerca la fecha de vencimiento de los actuales acuerdos en un mes, la tensión entre los grandes grupos automovilísticos y el sindicato UAW crece y reaparece el peligro de huelga que Joe Biden intenta evitar.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha instado a General Motors, Ford y Stellantis, que incluye a Chrysler, y al sindicato United Auto Workers (UAW) a negociar un acuerdo "justo" para evitar una huelga. En un comunicado, Biden ha subrayado que, a un mes de que expire el contrato entre las tres compañías y el sindicato quiere dejar "claro" que ambas partes deben trabajar juntas para forjar un pacto. Tesla está al margen de estas negociaciones al hjaber rechazado sus empleados la presencia del sindicato UAW tras un bronco enfrentamiento con Elon Musk.
Sueldos en la movilidad eléctrica
En su opinión, la transición hacia una economía de energía limpia tendría que traducirse en beneficios para todos. "Debería permitir a los trabajadores obtener buenos salarios y prestaciones para apoyar a sus familias, al tiempo que nos lleva a un futuro en el que EE.UU. lidere el camino en la reducción de las emisiones de vehículos produciendo autos que compitan de forma exitosa a nivel nacional y global", destaca.
Biden considera que las empresas deberían aprovechar este proceso para garantizar que sus trabajadores se impliquen en esta nueva fase, ofreciendo buenos sueldos y que tengan voz en lo que respecta al futuro de sus lugares de trabajo. El mandatario asegura que la transición a la energía limpia debe ser justa, lo que significa que los fabricantes se aseguren de que sus empleados puedan mantener a sus familias y garantizarles el derecho a organizarse, además de tomar las medidas necesarias para evitar cierres "dolorosos" de plantas.
UAW ha ayudado a "crear la clase media estadounidense" y que "se merece" un acuerdo con los fabricantes que sostenga a la clase media en la transición hacia nuevas tecnologías, añade.
Subida del 40% en 3 años
Según medios de comunicación estadounidenses, el sindicato reclama un aumento del 40% en los salarios en cuatro años y una serie de prestaciones adicionales para los 146.000 trabajadores de Ford, General Motors y Stellantis, cuya última oferta fue rechazada y lanzada a la basura por UAW la semana pasada.
Por ahora, las peticiones de las empresas van en la dirección opuesta a las demandas sindicales al intentar aprovechar la transición de la combustión a la movilidad eléctrica para aplicar importantes recortes en los sueldos y las prestaciones sociales de los empleados.
En su primer mitin de campaña, de cara a la reelección en 2024, Joe Biden pidió en junio pasado el apoyo de los sindicatos y presumió de ser el "presidente más prosindicatos de la historia de EEUU". El mandatario afirmó entonces que son los trabajadores y la clase media quienes construyen Estados Unidos, y no los empresarios de Wall Street.
