Oliver Zipse, presidente y consejero delegado de BMW, también sacó provecho de la mejora de los resultados del fabricante automovilístico en 2021. El directivo recibió una remuneración total por su labor al frente de la compañía de 8,75 millones de euros durante 2021, lo que supone una subida del 64% en comparación con los 5,34 millones de 2020, según recoge el informe anual de la compañía.
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BMW finalizó el ejercicio pasado con un beneficio neto de 12.463 millones de euros, lo que supone un aumento del 223,1% en comparación con los 3.857 millones de euros que ganó un año antes.
Gracias a esa mejora registrada en un año complicado por la crisis de los microchips, Oliver Zipse percibió casi 2 millones de euros en 2021 en concepto de salario fijo, un 23% del total y un 5,52% más que los 1,86 millones de euros que ingresó un año antes. Además, la retribución variable de Zipse se elevó hasta 6,78 millones de euros el año pasado, un 77% del total y un 295,33% más, tras embolsarse 3,47 millones de euros en 2020.
La retribución del máximo directivo de BMW está lejos de los niveles de algunos de sus colegas. EL presidente y CEO de Ford, Jim Farley, declaró un salario global de 20,65 millones de euros, un 93% más que en 2020. Carlos Tavares, el consejero delegado de Stellantis, percibió el año pasado una retribución global de 19,5 millones de euros.
Aumento del coste salarial
En conjunto, el consejo de administración de BMW Group percibió una retribución total de 35 millones de euros el año pasado, lo que representa un aumento del 89,2% respecto a los 18,5 millones de euros que se abonaron el ejercicio previo.
Asimismo, la remuneración media de los empleados del grupo aumentó un 14%, hasta 99.169 euros. A finales de 2021, BMW Group contaba con 118.909 empleados, un 1,5% menos que en 2020.