La lista de empresas afectadas directamente por la inseguridad de la ruta marítima del mar Rojo sigue aumentando. Volvo se suma ahora a Michelin y Tesla al anunciar un recorte de producción por los problemas de suministros ante el desvío de los buques mercantes que evitan el canal de Suez por los ataques hutíes de Yemen como represalia a la guerra de Israel contra Hamás en Gaza.
Accede al Barómetro Auto Mobility Trends 2023 en este enlace
Volvo Cars interrumpirá la próxima semana la producción en su plante belga de Gante durante tres días debido a la situación de inseguridad en el Mar Rojo que ha retrasado la llegada de componentes, según informó la compañía, controlada por la empresa china Geely. El parón afectará a la producción del modelo Volvo XC40 en todas sus versiones, incluidas la híbrida enchufable y la 100% eléctrica. En cambio, en la planta principal en Gottemburgo (Suecia) las entregas de automóviles y los objetivos de producción no se verán afectados por la interrupción.
Las milicias yemenitas hutíes, respaldadas por Irán, han perpetrado ataques contra buques en el Mar Rojo como señal de solidaridad con el grupo terrorista Hamás en la guerra que libra contra Israel. Ello ha llevado a la interrupción de una de las rutas marítimas más importantes del mundo y ha obligado a los buques de carga a viajar a través del sur de África, evitando el canal de Súez.
Sube el precio del transporte
Volvo es el segundo fabricante de automóviles, después de Tesla, que anuncia una interrupción de la producción por la situación de inseguridad en el Mar Rojo. La planta de Tesla de Berlín parará dos semanas ante el retraso en la llegada de algunos componentes procedentes de Asia. Asimismo, Michelin también ha comenzado a parar la producción de sus plantas de España durante algunos días ante la escasez de caucho atrapado por el desvío de la ruta marítima desde Asia.
Además, las complicaciones logísticas por la inseguridad en el mar Rojo están provocando un rápido encarecimiento del precio de los fletes de barcos en la ruta que une Europa con China y otros países asiáticos. La alternativa al mar Rojo y el canal de Suez de circunvalar África añade 10 días a cada trayecto, con el consiguiente incremento de todos los costes asociados.