La petrolera saudí Aramco sigue extendiendo sus tentáculos. Renault ha confirmado las noticias que apuntaban desde hacía semanas a que Aramco entrará en la nueva filial Horse en la que dejará los motores de combustión e híbridos para separarlos de los nuevos vehículos eléctricos.
La petrolera entrará en Horse con una participación minoritaria en la estructura creada a partes iguales por el francés Renault y el chino Geely. Aramco tendrá un papel de socio tecnológico con una inversión que no se ha concretado centrada en el desarrollo de los nuevos combustibles sintéticos y la propulsión de hidrógeno. La nueva regulación europea que prohibirá la venta de coches de combustión a partir de 2035 deja la puerta abierta a los combustibles biológicos y sintéticos utilizados en motores de combustion si logran el reto de tener cero emisiones.
Sede de Horse en España
La entrada de Aramco en Horse afecta de lleno el negocio de Renault en España, que se enmarca en la nueva filial de motores de combustión ya que ha reservado la producción de eléctricos a Francia. Horse dispondrá de 17 fábricas de motores, sistemas de transmisiones y centros de I+D en España (Valladolid, Palencia y Sevilla), Rumanía, Suecia, China y Sudamérica, con una plantilla total de 19.000 empleados.
Los principales activos de Horse son las plantas de motores y sistemas de transmisión de Valladolid y Sevilla (España), Cacia (Portugal), Bursa (Turquía), Pitesti (Rumanía), Curitiba (Brasil), CorMecanica (Chile) y PFA (Argentina). A eso hay que añadir varios centros de ingeniería y de I+D en España, Rumanía, Turquía y Brasil.
Están todavía por definir elementos importantes de Horse, como la ubicación de la sede de esta filial en la que España es, de entrada, el país con mayor peso.
De acuerdo con los objetivos anunciados el pasado mes de noviembre por Renault, esa estructura permitirá fabricar cinco millones de transmisiones y motores térmicos, híbridos e híbridos recargables al año, que deben generar desde el primer momento 15.000 millones de euros de facturación.
El viejo y el nuevo negocio
El consejero delegado de Renault, Luca de Meo, había reconocido hace cuatro meses que había compañías del sector de los hidrocarburos que estaban interesadas por ese proyecto de coches de combustión e híbridos, cuando ya sonaba el nombre de Aramco. La entrada de Aramco dará a la empresa "un cuerpo de ventaja en la carrera por la tecnología térmica de muy bajas emisiones", aseguró De Meo.
Nissan y Mitsubishi, los dos socios de Renault en la alianza que constituye con estos dos fabricantes japoneses, ya han dicho que no tendrán participaciones en Horse, pero sí serán clientes de esa estructura para comercializar vehículos con esas motorizaciones.
Horse es el resultado de la escisión formal por Renault de la que es su gran apuesta para el futuro: el vehículo eléctrico agrupado en la nueva filial Ampere, que tiene intención de sacar a bolsa.
El negocio más tradicional de coches con motores de combustión e híbridos, tecnologías que a largo plazo están abocadas a extinguirse (en la Unión Europea no se podrán vender automóviles nuevos de ese tipo a partir de 2035) va a quedar así separado en un conglomerado asociado inicialmente con Geely y próximamente con Aramco, si se confirma la operación presentada hoy.
El grupo del rombo también se mostraba confiado al anunciar su escisión en noviembre en que, pese a la obligada transición a los vehículos eléctricos en la UE, sus ventas de coches de combustión o híbridos en el mundo seguirán aumentando a un ritmo del 2 % anual de media en el periodo 2022-2030.