El PERTE del vehículo eléctrico y conectado puede ser una palanca para mantener y mejorar la competitividad de la industria de automoción, según Anfac. Los nuevos fondos deben ser utilizados para lanzar nuevas iniciativas y para reforzar la industria, según ha explicado José López-Tafall, director general de Anfac, en la presentación a la prensa de la memoria anual de 2020 de los fabricantes de vehículos.
El directivo ha asegurado que, aunque están pendientes de conocer los detalles del proyecto de coche eléctrico y conectado y de las convocatorias de ayudas públicas con fondos europeos Next Generation, se trata de una oportunidad para llevar a cabo las inversiones necesarias en la transición ecológica. El proyecto prevé destinar casi 4.300 millones a la movilidad eléctrica hasta 2023, de los cuales unos 3.000 millones irán a la planta de baterías y a la adaptación de las fábricas de vehículos.
La aprobación del PERTE este martes en el Consejo de Ministros llega en un momento en el que la facturación de los fabricantes bajó en 12,8% en 2020 y se quedó en 59.987 millones, con un recorte de las inversiones del 31%, hasta 1.930 millones, aunque es una cifra similar a la media anual de los últimos cinco ejercicios. Según el Barómetro Auto Mobility Trends de Coche Global y Metyis, el 68% de las empresas de la automoción prevén aumentar o mantener sus inversiones en 2021 después de un recorte en 2020.
Resiliencia de los fabricantes
Para José López-Tafall, los fabricantes de automóviles han demostrado su capacidad de resiliencia ya que han mantenido el empleo (casi 70.000 trabajadores en las fábricas) a pesar de algunas regulaciones temporales.
Anfac prevé que se vendan en España 925.000 coches en 2021 gracias, en parte, a la rebaja temporal del impuesto de matriculación, que puede compensar una evolución menos positiva de lo esperado en algunos segmentos del mercado automovilístico.
La transformación de fondo que supone la electrificación avanza aunque el grado de penetración de esos vehículos es todavía muy bajo, con un 4,2% en 2020 que en el primer semestre de 2021 llega al 6%. "Nos gustaría que fuera más rápido", ha indicado López-Tafall.
Para lograrlo, es necesario un plan de choque que incluya medidas de bonificación fiscal como la exención de IVA y de tributación en IRPF de las ayudas del Moves, así como mejoras en el reglamento de las subvenciones para facilitar su extensión. Asimismo, Anfac reclama que se incentive la renovación del parque automovilístico para frenar su envejecimiento, lo que mejorará su seguridad y sus emisiones.
Solución para los microchips
El directivo de los fabricantes ha lamentado la lentitud de las comunidades autónomas en poner en marcha los reglamentos del plan Moves 3, que solo lo ha hecho Baleares cuando está a punto de cumplirse el plazo máximo de tres meses que tenían.
La transición ecológica y la recuperación de las empresas se ha complicado con el problema sobrevenido de la escasez de microchips, que provocó una caída de la producción del 38% en mayo de 2021, y que Anfac espera que se pueda ir solucionando a final de este año y en 2022.
