Los fabricantes de vehículos se han puesto manos a la obra para aprovechar la lluvia de 72.000 millones del Plan de Recuperación hasta 2023 anunciados por Pedro Sánchez. La junta directiva de la Asociación de Fabricantes de Automóviles (Anfac) ha aprobado en su última reunión una primera hoja de ruta con varias propuestas encaminadas a impulsar una transición ecológica sostenible para la industria. Entre las propuestas citan un Plan Moves 3 de 450 millones de euros para impulsar de forma más eficiente el coche eléctrico.
El presidente de Anfac, José Vicente de los Mozos, considera que "la reactivación y transformación del sector de la automoción tiene que ser un tractor e impulsor dentro de las medidas a adoptar en el Plan de Recuperación". Pero no hay tiempo que perder, por lo que el también presidente de Renault España y vicepresidente de producción del Grupo Renault ha advertido de que hay que acelerar el trabajo conjunto con la administración para "adelantar su implementación".
El Plan de Recuperación anunciado por el presidente del Gobierno prevé una inyección de 18.720 millones en descarbonización y digitalización de las empresas donde podrían encajar los proyectos de transformación de la automoción.
Para llegar a los objetivos en electromovilidad que anunció Pedro Sánchez (250.000 coches eléctricos nuevos y más de 100.000 puntos de carga en 2023) es necesario fijar unas metas "cuantificables" y con plazos intermedios. La senda en puntos de carga que defiende Anfac es conseguir 48.000 enchufes de acceso público a final de 2022 para que haya como mínimo uno por cada 100 kilómetros de carreteras básicas y de la red general antes de llegar a 110.000 en 2025 y 340.000 en 2030.
Reforma fiscal
A corto plazo, Anfac propone un Plan Moves 3 dotado de 450 millones de euros, de los cuales 250 millones se destinarían a incentivar la compra de vehículos eléctricos y los otros 200 millones a la necesaria red de recarga.
Pero para el aumento de las ventas de coches eléctricos sea ralmente efectivo es necesario que haya "una herramienta destinada a empujar la renovación del parque" automovilístico, que podría ser una reforma de a fiscalidad, según apuntan los fabricantes de vehículos.
Esa reforma es urgente ante el riesgo que a partir de enero de 2021 suban los precios de alrededor del 50% de los cohes que se venden en España debido al final de al moratoria en la aplicación de los nuevos valores de emisiones del protocolo WLTP. Al ser más altos, haría que muchos coches empezaran a pagar el impuesto de matriculación o bien sufrieran un aumento de la cuota. El sector ha entablado negociaciones con el Ejecutivo para solventar esta nueva amenaza inminente.