La producción de vehículos en España cayó un 19,6% en 2020 debido al parón de la actividad y la crisis desencadenada por la panemia. Sin embargo, la industria logró suavizar el golpe con un incremento de la actividad en diciembre. De cara a 2021, Anfac ha enfriado algo sus previsiones al anticipar un "crecimiento moderado" que no permitirá recuperar todo lo perdido.
Las plantas de producción de vehículos instaladas en España fabricaron 2,26 millones de vehículos durante el año pasado, lo que supone una disminución del 19,6% y de 554.000 unidades en comparación con 2019. Se fabricaron 1,79 millones de turismos, un 18,9% menos, mientras que la producción de todoterrenos y 'pick-ups' se desplomó un 76,4%, hasta 9.094 unidades, debido al prolongado parón de la factoría de Nissan de Barcelona tras el anuncio del cierre en mayo. Además, las plantas españolas ensamblaron 467.521 vehículos comerciales e industriales, un 18,6% menos.
Diciembre se vonvirtió en un bálsamo para el sector ya que, a epsar de la incertidumbre, la producción española de vehículos mejoró un 10,8%, hasta 196.817 unidades, gracias a la demanda procedente de los mercados europeos. El mes pasado, las factorías españolas produjeron 156.236 automóviles de turismo, un 11,8% más.
La exportación se redujo un 15,5% en el cómputo anual, hasta 1,95 millones de unidades, mientras que el volumen en el último mes del año actual se incrementó un 18,7%, hasta 172.594 unidades.
Pendientes de las restricciones
Los fabricantes de automóviles justifican este retroceso por la crisis de la Covid-19, que tuvo un "fuerte impacto" sobre la fabricación de vehículos en España y que motivó el cierre de todos los centros durante un mes y medio. Anfac destacó "la fuerte reducción de ventas" experimentada en el conjunto del mercado español. Por ello, la asociación calificó como "elementos esenciales" para mejorar las cifras de producción en 2021 que se produzca una recuperación del mercado español y una evolución de la demanda en los mercados europeos.
De cara a 2021, Anfac anticipa que se registrará un "crecimiento moderado", por debajo de los datos de 2019 y "muy condicionado" por la evolución de la tercera ola del coronavirus, por las medidas de control, por los cierres y por la crisis económica derivada de todo ello. Además de los efectos de las restricciones ante el coronavirus, la industria tiene que afrontar los problemas derivados de la escasez de microchips en el suministro de los grandes productores asiáticos, lo que ha llevado a programar un ajuste de la actividad en las fábricas de automoción.