El Gobierno español se prepara para la presidencia de turno de la Unión Europea, pero ya tiene una patata caliente esperándole. La normativa Euro 7, una nueva vuelta de tuerca para las emisiones de coches de combustión, ha despertado una ofensiva de los fabricantes de automóviles, que la consideran peligrosa para la industria. Wayne Griffiths, presidente de Anfac, ha advertido del riesgo de cierres de fábricas y de destrucción de miles de empleos en España si sale adelante la norma Euro 7.
"Ministra (dirigiéndose a Reyes Maroto), si esta norma se pone en marcha, estamos en riesgo real de cerrar fábricas y de perder miles de empleos en España", ha avisado el presidente de Anfac y Seat y Cupra en el foro La movilidad de todos organizado por la patronal.
Presidencia de la UE
Tanto Griffiths como el director general de Anfac, José López-Tafall, han apelado al Gobierno español, que tendrá la presidencia de turno de la UE en el segundo semestre, a que frene la norma Euro 7 en sus términos actuales. Además de los argumentos generales que utiliza la patronal europea de fabricantes ACEA de que Euro 7 supone inversiones importantes con escasa reducción de gases en un momento de apuesta por al electrificación, Anfac ha advertido de que la nueva normativa afectará más a España.
Según argumenta Anfac, Euro 7 tendrá un mayor impacto sobre los coches de combustión más pequeños y medianos, que son la especialidad productiva de España. Las mayores inbversiones necesarias para homologar los nuevos motores provocarán un encarecimiento medio de los coches de 2.000 euros, según ACEA. "La mayoría de los vehículos que fabricamos en España desaparecerían si entra en vigor en julio de 2025", ha alertado Griffiths en presencia de la ministra de Industria, que está a punto de dejar el cargo para concurrir a las elecciones municipales de Madrid por el PSOE.
Griffits ha destacado que la propuesta de normativa de la Comisión Europea es "poco realista" en los plazos de aplicación porque son "técnica y financieramente inviables".
A la espera del mercado eléctrico
Como alterantiva al Euro 7, Griffiths ha subrayado el compromiso del sector automovilístico con la descarbonización para lograr el objetivo europeo de suprimir la venta de coches y furgonetas de combustión a partir de 2035.
Pero la industria ha reiterado que necesita el apoyo de la Administración para impulsar las ventas de vehículos eléctricos y hacerlos realmente populares mediante incentivos a su compra, haciéndolo más accesible e impulsando la puesta en marcha de una red de infraestrcutra de recarga a la altura. Como suele recordar el presidente de Anfac, "en un país en el que no se venden coches eléctricos no tiene sentido fabricarlos".
En esa coyuntura, Anfac ha expresado su deseo de que se aprovechen los fondos europeos disponibles, actualmente unos 2.200 millones, del PERTE para impulsar la transformación del sector.
