El grupo alemán Daimler tendrá que pagar una multa millonaria por su propio 'dieselgate'. La Fiscalía de Stuttgart (Alemania) ha impuesto una multa de 870 millones de euros al grupo automovilístico Daimler en relación con el caso de los vehículos diésel que incorporaban un software no permitido que alteraba las emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx).
Según la propia Fiscalía, la multa fue aplicada por "violación negligente" del deber de supervisión en una división de la empresa que se ocupa de la certificación de los vehículos. Esto había llevado a que los vehículos diésel recibieran homologaciones, aunque el nivel de emisiones Nox en algunos casos no cumpliera con los requisitos reglamentarios.
Daimler informó de que no recurrirá la decisión judicial y aseguró que la multa no tendrá ningún efecto en los resultados de la compañía en el tercer trimestre, por lo que mantiene su pronóstico de ganancias.
Modelos trucados
En agosto de 2018, el grupo alemán llamó a revisión a casi 700.000 vehículos diésel en Europa como consecuencia de una orden administrativa por parte de la Autoridad Federal del Transporte Motorizado de Alemania (KBA, por sus siglas en alemán), vinculada con un dispositivo que alteraba las emisiones de modelos diésel de Mercedes-Benz.
Esta revisión se aplica exclusivamente a los vehículos con la normativa Euro 6b y la campaña engloba a los modelos Vito con propulsor diésel de 1.6 litros, y Clase V, con propulsor de 2.2 litros, que se fabrican en Vitoria.
Asimismo, la llamada a revisión de la compañía con sede en Stuttgart (Alemania) afecta también al Clase C con dicho propulsor y a los ML, GL, GLE y GLS con la mecánica diésel de 3.0 litros. También se revisará el GLC con motor de 2.2 litros y otros modelos adicionales. La multinacional automovilística resaltó que de los modelos envueltos en esta campaña únicamente están afectados unos períodos de producción específicos.
