Alemania cuenta desde hoy con una nueva planta de microchips con la que reducir la dependencia de los productores asiáticos. El proveedor alemán Bosch ha inaugurado su nueva fábrica de semiconductores en la ciudad de Dresde, después de una inversión de cerca de 1.000 millones de euros, la más importante de su historia en un solo proyecto.
Bosch ha pisado el acelerador en la recta final para tener operativa su fábrica de chips antes de lo planificado inicialmente para comenzar a suministrar a la industria de automoción en un momento crítico por la escasez de este componente básico para los vehículos conectados. La producción en Dresde comenzará en julio, seis meses antes de lo previsto.
Desde ese momento, los chips fabricados en la nueva planta se instalarán en las herramientas eléctricas de Bosch. Para los clientes de la industria automovilística, la producción de este componente comenzará en septiembre, tres meses antes de lo planificado.
Bosch ha invertido casi 1.000 millones de euros en esta nueva localización, la mayor inversión en los más de 130 años de historia de la empresa. Con 72.000 metros cuadrados de superficie, en la actualidad ya trabajan en las instalaciones unas 250 personas. Se espera que la plantilla crezca hasta los 700 empleados una vez se hayan completado los trabajos de construcción.
Elogios de la UE
Totalmente conectada, basada en datos y controlada mediante inteligencia artificial, la planta es una de las factorías de obleas más modernas del mundo. Llega justo en un momento donde el sector automovilístico mundial está sufriendo las consecuencias de la escasez de este tipo de componentes.
"La tecnología punta presentada en la nueva fábrica de obleas de Dresde es un gran ejemplo de lo que los actores europeos públicos y privados pueden lograr cuando unen esfuerzos. Los semiconductores contribuirán al desarrollo de industrias como la del transporte, la fabricación, la energía limpia y la atención médica, donde Europa destaca", ha subrayado la vicepresidenta de la Comisión Europea, Margrethe Vestager, quien ha acudido al acto de forma virtual.
Por su parte, el presidente del consejo de administración de Robert Bosch, Volkmar Denner, ha asegurado que para su empresa, los semiconductores son una tecnología "clave" y estratégicamente es importante desarrollarlos y fabricarlos. "En Dresde, con la ayuda de la inteligencia artificial, llevaremos la fabricación de semiconductores al siguiente nivel", ha añadido.
"Esta es nuestra primera fábrica de la Inteligencia Artificial de las Cosas: desde el principio está totalmente conectada, basada en datos y auto-optimizada", ha añadido Denner.