Tercer encuentro trilateral entre los responsables de Economía de Alemania, Francia e Italia. Robert Habeck, Bruno Le Maire y Adolfo Urso no han dudado en criticar el funcionamiento de la Comisión Europea y quieren modificar la política económica e industrial europea con menos normas e ideologías.
Aunque son de ideologías políticas bien diferentes, los tres máximos mandatarios en materia económica de la Unión Europea han coincidido en la necesidad de aportar realismo al funcionamiento de la Comisión Europea.
Más pragmatismo
Para Bruno Le Maire, ministro de Economía francés, "Europa debe ser realista. Debemos entender que en determinadas áreas económicas, y pienso en los paneles fotovoltaicos, en los vehículos eléctricos, en las baterías… estamos retrasados en comparación con China y los Estados Unidos. Necesitamos más pragmatismo: menos normas, menos ideología".
Le Maire no dudó en señalar que "estamos en un momento crítico entre el proteccionismo estadounidense y el riesgo de que los productos chinos lleguen al mercado europeo a precios de saldo. Tenemos que acelerar; China y Estados Unidos no nos esperarán".
En el caso de Robert Habeck, ministro alemán de Economía, planteaba una pregunta: "¿Europa quiere ser creadora y gestora de normas o podemos imaginar una Europa en la que el continente sea un actor geopolítico importante? Los tres -refiriéndose a sus colegas- estamos convencidos de que la segunda respuesta es la correcta".
También hizo autocrítica Habeck afirmando que "imaginábamos que los mercados se regularían solos. Estimamos que la oferta y la demanda se encargarían de encontrar un equilibrio por sí solas. Podemos ver claramente que no es así." Y no dudó en afirmar que "el tiempo para tomar decisiones es demasiado largo, los procesos son demasiado complejos en Europa. Necesitamos poder tomar decisiones más rápidamente."
Europa, "museo al aire libre"
Por último, para el ministro italiano de Economía, Adolfo Urso, la solución pasa por la reacción: "Creemos que es necesario pasar de una economía basada en los consumidores a una economía basada en los productores. Centrarse en el consumo ha estado al servicio de los productos y servicios que llegaron de otros continentes que no respetan las mismas normas que las nuestras en materia social y laboral, a veces creando competencia desleal".
Y sentenció Urso, categórico: "No queremos que Europa, que era el continente del desarrollo tecnológico, se convierta en un museo al aire libre. Europa debe luchar contra la competencia desleal, el dumping y los subsidios".