La marcha atrás en la reforma laboral negociada entre el Gobierno del PSOE y los sindicatos puede afectar algunos aspectos esenciales del mercado laboral y de las empresas. Las trabas a la subcontratación a la baja a través de empresas multiservicios puede acabar con el fenómeno de las Kellys de la hostelería o los Riders de las nuevas plataformas de reparto a domicilio, pero también con prácticas similares en la industria.
El preacuerdo o la aproximación pendiente de redacción final, con la oposición de la CEOE, incluye el taponamiento de una vía de agua en el mercado laboral por la que se ha colado la precariedad mediante la marcha atrás en la regulación de los convenios colectivos. Con la recuperación de la preeminencia del convenio colectivo sectorial, se impedirá que los convenios de las empresas multiservicio puedan saltarse los sueldos, la jornada y el resto de regulaciones generales. Las empresas multiservicio tendrán que regirse por el convenio sectorial o el de la compañía en la que trabajan sus empleados cedidos.
Esta solución se produce después de que la justicia haya invalidado la mayor parte de los convenios de empresas multiservicios al considerar que eran fraudulentos en un intento por explotar la brecha abierta por el Gobierno del PP con la reforma laboral de 2012. Además, la marcha atrás sigue los pasos de la solución que impulsaron CCOO y UGT con Adecco, que abandonó la subcontratación más precaria y buscó una alternativa.
Subcontratación en la industria
A esos cambios se suma el de la prórroga de los convenios para evitar su caducidad, la recuperación del subsidio de mayores de 52 años y el mantenimiento de las prestaciones del Programa de Activación para el Empleo (PAE) y del Prepara sin la condición de que el paro supere el 15%.
Aunque la precariedad laboral introducida por la reforma laboral de 2012 se suele asociar con las camareras de piso, hay otros colectivos de trabajadores afectados por la proliferación de las empresas de servicios auxiliares o multiservicio. En la industria, que incluye la automoción, los focos en los que se ha detectado una mayor utilización de este tipo de contratos se encuentra en las actividades de limpieza y mantenimiento de fábricas, vigilancia y salas de pintura, según un estudio de la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos.
Los autores del estudio califican la situación creada por las empresas multiservicio de "balcanización de mercados de trabajo" por la desigualdad salarial generada con la compañía usuaria, que aumenta su valor añadido externalizando actividades con sustanciales recortes de costes laborales.
Algunos gremios metalúrgicos como el de Galicia se han quejado también de la situación que califican de "competencia desleal", que obliga a compañías tradicionales del sector a competir con otras nuevas con unos cotes alrededor de un 20% más bajos.
Negociaciones en la automoción
Una de esas empresas de servicios integrales publicita abiertamente su labor en un sector con un elevado grado de subcontratación: "La externalización de partes del proceso que hasta ahora estaban reservadas al fabricante permite que éste cada vez controle menos el proceso productivo y que cada vez la cadena sea atendida por proveedores externos que van asumiendo nuevas funciones con acuerdos de costes que obliga al proveedor a alcanzar los máximos niveles de eficiencia para lograr la máxima rentabilidad del proyecto".
Pero las empresas multiservicio no sólo degradan las condiciones laborales de sus propios trabajadores, sino que también constituyen una amenaza para las plantillas de las empresas principales por la presión comparativa de los costes laborales y de otras regulaciones, según destacaban los sindicatos CCOO y UGT en una declaración conjunta sobre esta vía de subcontratación.
En la automoción, una de las prioridades que han intentado introducir los sindicatos en las negociaciones de los últimos años ha sido la ordenación de los convenios colectivos de empresas proveedoras y subcontratatas para garantizar unas condiciones mínimas e intentar vetar la entrada de empresas multiservicio y de otras prácticas para abaratar los costes laborales.