La histórica huelga indefinida de la automoción de Estados Unidos iniciada a mediados de septiembre ha acabado con la firma del último acuerdo pendiente. El sindicato UAW ha informado de la firma de un preacuerdo sobre el convenio colectivo para los próximos años con General Motors, el último grupo que quedaba y en el que se concentraban los paros de los trabajadores.
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El sindicato Union Auto Workers amplió los efectos de la huelga sobre los centros de trabajo de GM al convocar a los trabajadores de la rentable planta de montaje de Spring Hill, en el estado de Tennessee. En total, unos 18.000 trabajadores de GM estaban en huelga en más de una decena de centros de trabajo en todo el país.
El acuerdo con GM se espera que siga las pautas de los alcanzados con Ford y Stellantis: aumentos salariales del 25% durante los próximos cuatro años, mñas una actualización del 11% por la pérdida de poder adquisitivo, seguridad de empleo permanente para los trabajadores temporales, mejora de las prestaciones para jubilados y sindicación de las nuevas plantas de baterías.
Primera huelga simultánea
El domingo, el presidente de UAW, Shawn Fain, calificó las concesiones arrancadas a Ford como "una victoria histórica" y "un punto de inflexión en la guerra de clases" que existe en Estados Unidos. Fain también ha declarado que la disputa laboral servirá para revitalizar el movimiento sindical en Estados Unidos.
Los acuerdos con los Tres Grandes de Detroit (GM, Ford y Stellantis), que ahora tienen que ser ratificados por los trabajadores, ponen punto final a la primera huelga simultánea y progresiva de UAW y una de las más amplias de la historia del sector del automóvil en Estados Unidos.