Max Verstappen ha entrado en el Olimpo de los dioses de la Fórmula 1. El holandés conquistó en Qatar su tercer título consecutivo, siendo el segundo piloto más joven en lograrlo, y ha iniciado junto a Red Bull una nueva era hegemónica en la Fórmula Uno. Max Verstappen ha ganado ya catorce carreras, quedan cinco por delante y se ha impuesto con todo merecimiento con una superioridad brutal frente a todos sus adversarios.
¿Es Verstappen el mejor piloto de la historia? El tiempo acabará por clarificar una cuestión que hoy ya va de boca en boca y a la que no existe respuesta. La facilidad con la que domina, apabullando a sus rivales y demostrando una autoridad que roza lo insultante, le ha dejado sin competencia. Su renovación con Red Bull hasta 2028 es una clara apuesta de que su motivación sigue intacta, al igual que su hambre de victorias.
Sólo once pilotos en la historia del Mundial han conseguido ganar tres coronas y entre ellos figuran todas las leyendas del deporte: Jack Brabham, Jackie Stewart, Nelson Piquet, Niki Lauda, Ayrton Senna y Max Verstappen. Cinco pilotos les superan: Alain Prost y Sebastian Vettel, con cuatro; Juan Manuel Fangio, con cinco; Lewis Hamilton y Michael Scumacher, con siete. Hoy no se le adivinan fronteras al neerlandés.
Verstappen, el mejor pagado de la F1
El dominio de Max Verstappen y Red Bull parece destinado a prolongarse, al menos, hasta el nuevo cambio de normativa en 2026. Será una temporada clave para el equipo, en la que además cambiará el motor Honda por Ford. El futuro no está escrito y es una circunstancia que tradicionalmente puede ocasionar cambios en el orden establecido. Los rivales quieren acabar con su poderío, pero ellos ya trabajan para seguir siendo los dominadores.
Max, el piloto estrella de Red Bull, es considerado como el mejor de la especialidad, el que marca las diferencias, desde que desbancó a Lewis Hamilton en 2021. Tiene un gran coche, un gran equipo, ha ganado en madurez sobre el asfalto y saca el máximo partido del coche y a las condiciones de la pista.
Entre los honores que le corresponden a Max Verstappen figura el de ser el piloto que más cobra de la parrilla de F1. El neerlandés, uniendo lo que percibe de Red Bull y de los patrocinadores, cuenta con unos emolumentos estratosféricos, ingresando en este 2023 más de 50 millones de euros (51.17). En el ránking le siguen Lewis Hamilton (32.56) y Charles Leclerc (22,33 millones).
Red Bull, un paso (o dos) por delante
La impresionante temporada de Max Verstappen es producto de una maquinaria perfecta, en la que no se encuentran puntos débiles y en la que encontramos el mejor coche, la mejor escudería, entiéndase también técnicos, y… el piloto más fuerte, que hoy está tocado con una varita mágica que convierte en oro todo lo que toca.
La suspensión delantera es uno de los puntos fuertes del Red Bull, que se ha convertido en el coche con el que sueñan todos los técnicos del paddock y cuyo ritmo en carrera es tan impresionante como el cuidado de las gomas. Sin embargo, la mayoría de ingenieros mantienen que la principal baza del monoplaza es su avanzado DRS, que ha sido bautizado como ‘triple DRS’ por la perfecta integración del alerón, el ‘beam wing’ y el difusor en el tren trasero. Para un Red Bull no es incompatible generar mucha carga aerodinámica con tener puntas superiores a las de monoplazas que se decantan por ir más descargados.
La notoria ventaja del coche no se podría limitar a señalar estos factores, puesto que ha demostrado ser el más completo de la parrilla y todos los elementos funcionan con la sincronización de un reloj suizo. No solo la base del monoplaza es excelente y Verstappen está en el mejor momento de su carrera, sino que se adapta rápido a las diferentes características de cada pista y ni técnicos ni mecánicos cometen errores en la gestión de los grandes premios o en las paradas en boxes.