Seat acelera en la electrificación de la marca Cupra, que será 100% eléctrica en 2030, cinco años antes de la fecha que propone la Comisión Europea. La compañía española ha desvelado el prototipo de su coche eléctrico pequeño bajo la marca Cupra en el Salón del Automóvil de Múnich, el epicentro de su primer mercado. El presidente del grupo Seat, Wayne Griffiths, ha presentado el prototipo Cupra UrbanRebel como una muestra de la "ambición de futuro" de la compañía en su camino hacia la plena electrificación.
El fabricante automovilístico tendrá una gama de modelos 100% eléctricos en 2030, según ha anunciado Griffiths en la presentación de la versión de competición del turismo eléctrico pequeño. La firma no ha esperado a la lenta maquinaria administrativa del Gobierno central, que en las próximas semanas publicará el concurso para adjudicar el proyecto estratégico de movilidad eléctrica (PERTE) al que aspira el grupo Volkswagen. De él depende la construcción de la tercera planta europea de baterías de la multinacional alemana y la confirmación de la producción del nuevo vehículo.
Wayne Griffiths ha asegurado que la compañía tiene "muy avanzado" el trabajo para presentar su candidatura al PERTE con su proyecto Future Fast Forward (F3). La previsión del Gobierno es destinar unos 3.000 millones a este proyecto, que engloba todo el ciclo desde la extracción del litio, la producción de baterías y coches, los puntos de carga y el reciclaje. La ministra de Industria, Reyes Maroto, anunció recientemente que el Gobierno tendrá una participación minoritaria en el consorcio empresarial que gane la adjudicación, para la que Seat y Volkswagen se perfila como único candidato al cumplir todos los requisitos.
En el Centro Técnico de Martorell
El presidente de Seat ha avanzado que el diseño del modelo final de eléctrico pequeño "será muy similar al del UrbanRebel" pero sin los elementos propios de un prototipo de competición. El proyecto de la multinacional prevé que Volkswagen desarrolle la nueva plataforma eléctrica pequeña sobre la que el Centro Técnico de Martorell desarrollará los modelos para las marcas VW, Skoda y Cupra.
Según ha explicado el directivo, la hoja de ruta prevé que Cupra sea la primera marca del grupo en lanzar su eléctrico asequible en 2025 y que habrá "varias fases de la electrificación". El objetivo es que la planta de Martorell pueda producir 500.000 coches eléctricos de Cupra y de otras marcas del grupo que se sumarán a las que ensamble la factoría de VW de Navarra, que tiene una capacidad para más de 300.000 unidades.
De momento, la empresa española no prevé lanzar una versión de su próximo eléctrico con marca Seat, algo que no preocupa al directivo. "Seat seguirá siendo una compañía fuerte pero con dos marcas. Nunca ha sido más fuerte. En la electrificación no se puede hacer todo al mismo tiempo, hemos decidido empezar por Cupra dando argumentos emocionales para un eléctrico", ha explicado.
Los siguientes pasos en la electrificación de Cupra serán el inminente lanzamiento al mercado del Cupra Born y, antes de 2025, el SUV grande Tavascan. Con estos modelos, Cupra afronta el camino para convertirse en plenamente eléctrica a pesar de que otras marcas del propio grupo y competidoras tienen ya una oferta sin emisiones más amplia. Mientras tanto, Seat apuesta por modelos híbridos de su gama actual, algunos de los cuales como el León, se ensamblan en Martorell.
Evitar la multa por CO2
La presentación del Cupra UrbanRebell ha tenido lugar en un nuevo espacio urbano de la marca, denominados Cupra Garage, en el centro de Múnich.
Los modelos electrificados también son clave para que Seat logre reducir sus emisiones medias hasta alcanzar el objetivo europeo de CO2 y evitar la multa que tuvo que pagar la compañía en 2020, que ascendió a más de 200 millones de euros. El principal riesgo para la firma es que, debido a la escasez de chips, no pueda entregar todos los coches previstos. Griffiths ha avanzado que enla recta final del año van a dar prioridad a producción y comercialización del nuevo eléctrico Cupra Born con el fin de reducir las emisiones medias.
La fábrica de Martorell, que esta semana sufre nuevos parones por falta de componentes, logró producir 12.000 coches con el apertura extraordinaria en agosto, lo que ha ayudado a recuperar una parte de vehículos perdidos durante el año pero no evitará un recorte en relación con las previsiones iniciales. El presidente de Seat ha advertido de que el problema de la falta de chips irá desapareciendo pero es posible que alrgue sus efectos hasta principios de 2022.
