Concluye el terrorífico GP de Catar, que nos ha dejado uno de los mayores bochornos y de las más tremendas chapuzas de la historia reciente de la F1. En el Podcast Técnica Fórmula 1, que esta semana dedica sus dos programas a analizar lo ocurrido en el último Gran Premio disputado esta temporada, habrá opiniones más que controvertidas sobre lo ocurrido en el circuito de Losail.
Lo prometido y lo vivido
Mucho presumieron los organizadores de haber hecho un brutal paddock en meses, una obra faraónica, pero muy poco se preocuparon de hacer una pista que cumpliera los estándares de seguridad de la F1 actual. La pregunta es, ¿qué inspeccionó la FIA para dar el OK a este trazado? Quizás algún 'maletín' que otro, como parece que ocurrió en el Mundial de fútbol.
Sea como fuere, la pista presentaba unos pianos y unas escapatorias que cortaban los neumáticos y que podrían haber conducido a pinchazos y estallidos de gomas. De hecho, Pirelli se encontró el viernes con un sorpresón monumental, agravado por la carrera al sprint el sábado.
Muchos echan la culpa a Pirelli, pero si haces unos pianos en forma de pirámides cortantes, lo lógico es que las gomas no resistan, ni unos aunque sean de piedra. Así que la marca italiana se vio obligada a restringir los 'stints' a 18 giros y a obligar, en consecuencia, a realizar tres paradas.
Una chapuza achacable a la FIA y no tanto a los neumáticos. Recordemos que el año pasado ya estallaban también. Y en vez de solucionar el problema lo han agravado, y encima jactándose de la velocidad de remodelación del circuito, que es un trampa mortal para los monoplazas.
El domingo, peor aún
El domingo la cosa fue aún peor. Y es que la idea de correr en medio del desierto es estupenda [ironía]: y así será durante 10 años, que ya están firmados. Una locura.
Los pilotos se vieron obligados a ir a tope en cada 'stint' y el resultado fue ponerlos al límite físico, al límite de problemas de salud graves que podrían haber ocasionado algún accidente cuyas consecuencias prefiero no pensar. Algunos vomitaron dentro del caso, casi se desmayan, tuvieron mareos, quemaduras, etc. Casi todos ellos pasaron por el centro médico, incluidos los mecánicos de boxes.
La combinación de altísimas temperaturas con la humedad puso en peligro de la vida de los pilotos por un trabajo deplorable de la FIA, cuyo lema es Ssafety First (la seguridad, lo primero). Cada vez que lo leamos este año, seguramente, nos partiremos de risa.
¿Y del espectáculo, qué?
Por lo demás, GP que pintaba muy bien, pero que al final no tuvo el espectáculo deseado. Adelantamientos, sí, algunos muy buenos, y un choque entre los Mercedes, pero poca cosa. Ni siquiera a nivel de estrategia la cosa estuvo lo interesante que debiera haber sido.
Aunque vimos momentos fantásticos, sobre todo ofrecidos por McLaren, pero de ello se hablará largo y tendido en el segundo episodio de la semana. Y, que no se nos olvide: Verstappen ya es Campeón del Mundo por 3ª vez consecutiva. y además desde el sábado, no desde el domingo, lo que también deslució, y bastante, la celebración.