En este segundo episodio de la semana, análisis del Gran Premio de Gran Bretaña y, en espera de la segunda carrera en el circuito de Silverstone, el equipo del Podcast Técnica Fórmula 1 (compuesto por Iván Fernández, John René Montes, Abel Caro y Raúl Molina) se centra en analizar lo que fue carrera, sus pocos puntos de interés, y en la situación de diversos pilotos.
Pérez y los alemanes
Como sabemos, Hülkenberg sustituyó a Checo Pérez durante todo el fin de semana del GP de Gran Bretaña y lo hará de nuevo en la siguiente carrera en Silverstone, el GP del 70 aniversario, el próximo fin de semana. Una gran capacidad de adaptación del piloto alemán que se subió al coche por la baja del piloto mexicano, que había dado positivo en su test rutinario para detectar el COVID-19 en el paddock.
Esta cuestión también se analiza, pues al parecer, Pérez podría haber sido contagiado en un viaje a México que realizó sin conocimiento del equipo. Y algunos ya ven en este desliz causa suficiente para la no renovación de un piloto que siempre ha sido fiel al equipo, subiendo en su asiento a Vettel la próxima temporada.
Salida y primera parte de la carrera
La salida y la llegada a meta fueron los dos únicos momentos interesantes de la carrera, está claro. Vimos una mala salida de Hamilton y una muy buena salida de Bottas, pero el finlandés no fue suficientemente duro con su compañero y perdió su ventaja (y su carrera, al margen de los problemas de los neumáticos) en la primera curva.
Sainz también hizo una muy buena salida, situándose en la quinta posición: si su compañero le gana en clasificación, el piloto madrileño demuestra un mayor desempeño en las carreras.
Y otra gran salida fue la de Ricciardo - que fue compañero de Sainz en Renault el año pasado y será compañero de Norris el año próximo en McLaren. Ganó dos posiciones.
Pero la salida también tuvo su polémica, con un toque entre Albon y Magnussen que dejó fuera de la carrera al danés y que provocó una penalización para el tailandés, pero que el equipo del podcast aún no tiene claro que fuera justa.
En esta primera parte de la carrera vimos dos coches de seguridad: el provocado por el accidente de Magnussen y otro más, en la vuelta 13, provocado por Kvyat, que venía haciendo una gran remontada. Alpha Tauri, a juzgar por el trabajo hasta ese momento de Kvyat y el resultado de Gasly al final de la carrera, parece que va ganando terreno.
Segunda parte y final de infarto
Tras el segundo safety car podríamos habernos ido a dormir la siesta, tan propia de estas fechas y estas latitudes, porque la carrera entró en un sopor dantesco. Hasta las vueltas 44 a 48 (la carrera tiene 52) en la que las radios empezaron a sonar con insistencia, reportando vibraciones y aumento en las vibraciones, sobre todo en el caso de Sainz y Bottas.
Unas quejas que no eran sin fundamento: en la vuelta 50 estalla la rueda delantera izquierda del finlandés y en la 52, la última, la del piloto español. También estallaría en ese mismo giro la de Hamilton.
Tanto Bottas como Sainz, con dos excelentes carreras, quedaron fuera de los puntos. Hamilton acabó a tres ruedas y pudo dar gracias de que Verstappen hubiera parado a cambiar para llevarse la vuelta rápida de carrera. Eso le valió la victoria.
En fin, un final de infarto. Entretenido, sí, pero peligroso. Y que nos deja muchos interrogantes que resolver: ¿Qué pasará el próximo fin de semana, con compuestos un punto más blandos para la carrera del 70 aniversario? ¿Quién fue el culpable, Pirelli o los equipos? Hamilton: ¿suerte, manos o ambos + ingeniero? Sainz: ¿le persigue la mala suerte? Red Bull ¿acertada o desacertada su estrategia final?
A destacar
• El marcaje de Bottas a Hamilton durante toda la carrera… esperemos que se materialice en luchas que nos amenicen la punta de carrera en futuros GPs.
• La estrategia de Hass y, sobre todo, el comportamiento de Grosjean, realizando movimientos defensivos poco ortodoxos en varios adelantamientos, lo que le valió una bandera blanca y negra.
• El mensaje por radio de Verstappen a su ingeniero de carrera, recordándole que se hidratara. Sí, se lo recordó el piloto al ingeniero. Algunos pensamos que no habíamos entendido al holandés pero, tras la carrera, el de Red Bull lo explicó: estaba tan aburrido, sin nadie cerca por delante o por detrás, que se divirtió con esa broma.
• El mensaje de radio (y el enfado descomunal) de Kimi con su ingeniero y con el equipo en general, manteniendo en pista un coche inconducible.