La fábrica de Renault de Valladolid ha sido noticia en el Salón del Automóvil de Frankfurt. La planta española se convirtió en protagonista de la presentación de la nueva generación del Renault Captur, el SUV pequeño de la marca francesa que se produce en exclusiva en Valladolid, excepto para el mercado chino.
La producción del nuevo modelo ha iniciado la escalada desde un nivel de unas 75 unidades diarias en la actualidad hasta llegar a la velocidad de crucero en noviembre, según explicó en Frankfurt el vicepresidente de producción de la alianza Renault Nissan Mitsubishi, José Vicente de los Mozos.
El objetivo inicial de la compañía es mantener el nivel de producción que tenía hasta ahora la generación anterior del Captur, del que se ensamblaron 230.000 unidades en 2018. De momento, la producción del nuevo SUV pequeño arrancará con los dos turnos y medio con los que contaba hasta ahora y, en función de la evolución de las ventas, la firma se plantea completar el tercer turno.
2.000 empleos nuevos
"Lo importante es tener flexibilidad y posibilidad de poner y quitar medio turno". ha indicado De los Mozos en referencia a la versatilidad de la línea de montaje de Valladolid. El directivo ha destacado que el inicio de la producción del nuevo modelo cierra el plan industrial que tenía en vigor la planta vallisoletana, que ha permitido crear 2.000 empleos y dejar las instalaciones en mejores condiciones de competitividad con la posibilidad de optar a la fabricación de otros vehículos incluso de mayor tamaño.
El nuevo plan industrial para el futuro de las plantas de Renault en Valladolid, Palencia y Sevilla se planteará próximamente, "en el momento adecuado", según dijo De los Mozos, que se marca como prioridad inmediata el arranque de la producción del nuevo SUV.
El nuevo Captur sale al mercado inicialmente con versiones de gasolina y diésel y, hacia el final del primer semestre de 2020, con una nueva motorización híbrida enchufable. La flexibilidad de la planta de Valladolid también permite modificar el peso de las motorizaciones después del cambio de una de las tres líneas de ensamblaje de motores de diésel a gasolina, un carburante que ahora ocupa dos de las tres líneas. El nuevo motor híbrido lo suministrará la planta de motores de Renault de Turquía.