Por fin llegó el primer Gran Premio de F1 de la temporada, y la carrera no decepcionó ni lo más mínimo. Los aficionados españoles, concretamente, debieron disfrutar muchísimo con el recital de Alonso y el nuevo Aston Martin. Esta semana los dos episodios del Podcast Técnica Fórmula 1 están dedicados, por entero y con todo lujo de detalles, a lo que pasó en este espectacular inicio de temporada.
Los equipos se quitan la careta
Ya hemos visto la realidad de dónde está cada uno. Y nos hemos llevado muchas sorpresas. Algunas situaciones se intuían desde la pretemporada, pero ahora son ya una realidad. Eso sí, no hay que perder de vista que sólo hemos visto una carrera de la temporada, y ni siquiera una que sea realmente significativa. Habrá que esperar aún un poco para certificar estas primeras impresiones.
En cualquier caso, la victoria, el doblete en realidad, de Red Bull fue aplastante. Tal y como se hablaba en pretemporada, parecen el equipo a batir. O quizás sólo haya que superar a Verstappen. Ahora bien, tal y como expresó Wolff al final de la carrera, el segundo equipo de esta parrilla es Aston Martin. Y eso se demuestra con el podio de Alonso, que adelantó en pista a los dos Mercedes y a uno de los Ferrari, el de Sainz.
Mala imagen del resto
Por su parte, Ferrari deja una imagen muy mala. Parece que todo sigue igual que la temporada pasada: problemas de fiabilidad - Leclerc abandonó por problemas de motor -, degradación excesiva y un coche que no le va bien al otro piloto, Sainz. Un desastre. Eso sí, al menos hicieron buenas paradas en boxes, algo hemos mejorado esta temporada.
Mercedes se quedó muy atrás, incluso peor que lo dejaron el año pasado, y pensando en cambiar el concepto del coche.
Y la imagen del resto es aún peor: ¿dónde están McLaren o Alpine? Actuación penosa en ambos casos.
Un resumen del análisis del GP de Bahrein
Si lo que vimos en Sakhir se certifica en un par de carreras, el hecho de que Aston Martin haya pasado de 7º a 2º en apenas unos meses es una auténtica proeza, algo que pocas veces - seguramente ninguna - ha sucedido en la historia de la Fórmula 1.
Y de ser así, estaríamos ante un fenómeno que se repite, esta vez en el mundo de los negocios: Lawrence Stroll levanta una empresa que estaba en sus horas más bajas y la lleva al éxito (como ya hiciera con Tommy Hilfiger en el pasado).
Un dato puede ilustrar lo sucedido tras el fin de semana: en un sólo día Aston Martin consiguió 300 millones de dólares en capitalización, en nuevos inversores.
Puede que la dominación de Red Bull ahora parezca imposible de batir, pero este equipo, con Alonso al volante, ilusiona, y mucho. Si no, que se lo digan al realizador de la retransmisión de televisión del domingo pasado.