La temporada 2021 de Fórmula 1 no está decepcionando a nadie. No sólo porque este año estamos viendo un mundial realmente reñido sino porque las carreras, en su mayoría, están siendo apasionantes. El equipo del Podcast Técnica Fórmula 1 analiza el fin de semana pasado, en Azerbaiyán, donde volvimos a disfrutar de un Gran Premio al estilo Bakú: imprevisible y lleno de emoción. Así que no nos queda más remedio que poner, ya, a este circuito entre los grandes de la temporada. Aquí se ve de todo y siempre nos lo pasamos en grande.
Los pilotos brillaron
No podríamos quedarnos con un sólo piloto destacado este fin de semana, pues han sido muchos los que, por méritos propios, han brillado. Para empezar, Lewis Hamilton, que sacó del monoplaza lo que ahora mismo no tiene. El equipo germano tiene problemas de verdad, no son algo coyuntural, sino que le pregunten a Bottas que no llegó ni a puntuar. Pero la presión, finalmente, pasó factura al británico, tocó donde no debía y perdió una carrera que tenía ganada.
El mejor monoplaza, sorprendente desde todos los puntos de vista, el Red Bull. Y Max Verstappen, el mejor piloto durante todo el fin de semana. Pero los imprevisibles Pirelli le hicieron perder una carrera que tenía ganada, al estallarle un neumático, sin aviso, a más de 300 km/h (lo mismo que le había sucedido a Stroll). Lo peor del asunto es que Pirelli había recomendado una carrera a una parada, los equipos habían seguido las recomendaciones y resulta que los neumáticos no lo podían soportar.
Sin desmerecer al piloto del día, Sebastian Vettel, otro que también ha resurgido como el Ave Fénix, ha sido Sergio Pérez. Se veía venir. Paso a paso, desde las últimas carreras, ha conseguido domar su monoplaza y ahora Red Bull tiene dos pilotos listos para luchar por todo. Cuando la mala fortuna se cebó sobre Verstappen, ahí estaba Pérez para ganar la carrera, siendo un muro con Hamilton, sin errores, manteniéndose tranquilo cuando el británico no pudo. ¡Viva México!
Mucho más que Red Bull y Mercedes
Si nos centramos en las primeras posiciones del domingo pasado y en los protagonistas en la lucha por el mundial de pilotos, podríamos pensar que todo es un mano a mano entre Red Bull y Mercedes, pero nada más lejos de la realidad.
Y es que la pole la consiguió un Ferrari, el de Leclerc, lo que nos dice que tienen un coche que, a una vuelta, no puede ser mejor. Eso sí, la pole consiguió en el primer intento, porque de nuevo una bandera roja, como en el GP anterior, dejó a Verstappen sin la posibilidad de luchar por algo que, en principio, tenía al alcance de la mano.
En cuanto al inicio de carrera, ya en ese momento se entreveía que Checo Pérez iba a ser un piloto decisivo en el Gran Premio, pues ganó dos posiciones en la salida. Hamilton pasó a Leclerc en la vuelta 3 y comenzó el hundimiento de Ferrari, acrecentado por una mala salida y un fallo de Sainz.
Verstappen pasó a Leclerc en la vuelta 7, y poco después le pasó también Pérez. En la vuelta 12 paró Hamilton, pero fue una parada lenta, debido a que Gasly estaba en la calle de boxes cuando le tocaba salir. En la siguiente vuelta paró Verstappen, una parada rapidísima al estilo Red Bull y Pérez tiró con todo para entrar en la siguiente vuelta. El resultado fue que ambos Red Bull se colocaron por delante del Mercedes.
A partir de ahí, comenzó una lucha a muerte entre Hamilton y Pérez, donde el mexicano cerraba todos los huecos y no cometía un error. A todo esto, hay que decir que no era Verstappen el que lideraba, sino Vettel, que aguantó para hacer un overcut a sus rivales, base para su podio final. Excelente resurgimiento también el del alemán, que parece que ya le ha tomado la medida a su Aston Martin (y a su compañero).