Si hasta ahora casi toda la temporada de Fórmula 1 ha sido de las que esperábamos ver desde hace años, la carrera del fin de semana pasado en el nuevo circuito de Arabia Saudí, una pista fantástica, todo hay que decirlo, fue un espectáculo, pero un espectáculo bochornoso por parte de los dos aspirantes al título. Los chicos del Podcast Técnica Fórmula 1 analizan todo lo que pasó durante la carrera y lo que pasó después, pues merece pararse a hablar de ello. Esperemos que la temporada termine por todo lo alto y esta “bajada” de Arabia Saudí sea tan sólo una excepción.
Fin de semana de emociones
La F1 llegaba a f1 un circuito completamente nuevo. Más incluso que el de Qatar. En Arabia casi no habían terminado de construir el circuito la semana anterior a la carrera. Pero la pista ha resultado muy interesante y realmente espectacular. Sí, bastante peligrosa (necesitará alguna mejora en ese sentido) pero una carrera nocturna en ese escenario ha sido algo digno de ver. Por otra parte, ha sido muy demandante para pilotos y equipos y, contrariamente a lo que se pensaba, ha dado oportunidades de adelantamiento.
El final de carrera, por otra parte, deja la lucha por el Mundial (de pilotos) para la última carrera, pues ambos contendientes llegan empatados a puntos. Justo lo que muchos querían. Pero el problema han sido las formas. En las últimas carreras, y más concretamente en la de Arabia, tanto Hamilton como Verstappen no están luchando en la pista. Están jugando de forma peligrosa y sucia: ninguno va a hacer las curvas, sino a echarse de la pista. Esperemos que la temporada no acabe con un choque entre ambos (lo que daría el campeonato a Verstappen, si los despachos no dicen otra cosa).
Pero a nadie que le gusten las carreras le gustaría ese final de temporada y desenlace de Campeonato. Los buenos aficionados al deporte quieren igualdad y que gane el mejor, el más rápido y el más listo. Y para estos comportamientos los chicos del Podcast tienen sus definiciones, más o menos políticamente correctas, pero muy ajustadas a lo que piensa el público en general: no están siendo limpios en su juego, no se puede subir más el nivel de juego sucio, pues ya ambos están al máximo y otras perlas que cada participante deja sobre la mesa de grabación.
Dos culpables y un director de carrera muy comercial
Lo que está claro, si se ve la carrera o su repetición, es que en Jedda ninguno de los dos intentó hacer las curvas donde se encontraron. Verstappen adelantó fuera de pista, devolvió la posición donde le convenía y por el medio de la pista. Pero Hamilton, que acusó al holandés de hacerle un test de frenada, sabía lo que estaba pasando (se le escapó delante de los micrófonos de una televisión) y no quiso adelantarle para no darle DRS. Critica al de Red Bull, por otra parte, por algo que él mismo ha hecho toda su carrera a otros pilotos. En resumen: suspenso a los dos por el bochornoso espectáculo que dieron. Eso no es lo que nos gusta y no queremos este comportamiento en la última carrera.
¿Y qué decir, por otra parte, de dirección de carrera? ¡Cómo se hecha de menos a Charlie Whiting! El comportamiento de Michael Masi “ofreciendo” las posiciones tras la primera bandera roja fue lamentable, una vergüenza, no podíamos creer lo que estábamos escuchando.
Sin embargo, y a pesar de estas situaciones que empañaron un Gran Premio que podía haber sido precioso, hubo grandes momentos en el fin de semana: la última vuelta de clasificación de Verstappen, por ejemplo, que dejó “ojipláticos” a Alonso y a Ricciardo - aunque terminó mal, cuando tenía ya tres décimas sobre Hamilton, el holandés se fue contra los muros en la última curva. O la salida, tan limpia de los tres primeros - y del resto. O las primeras vueltas de Sainz, que había hecho una mala clasificación, remontando posiciones.
Pero de la bandera roja y todo lo que sucedió después hablarán en el próximo episodio.
