Al Motorsport se le exige, cada vez más, que dé espectáculo. Los espectadores no quieren carreras soporíferas y monótonas. Es la crítica que le hacen muchos a la Fórmula 1, en la que el dominio de Verstappen y Red Bull deja poco margen a la lucha en el podio. Pero la Fórmula E está consiguiendo ese espectáculo, como se pudo ver en un fin de semana lleno de sorpresas y luchas sobre el asfalto del circuito en el viejo aeropuerto de Tempelhof de Berlín. Hubo hasta 362 adelantamientos en dos carreras.
La carrera de Fórmula E del sábado 22 de abril, la primera del fin de semana, fue un alarde de pugnas sobre el asfalto con 190 adelantamientos y 53 cambios de líder durante la hora y las 43 vueltas que duró la prueba. Hubo casi de todo: luchas, piques, adelantamientos al límite, varios toques, bastantes alerones delanteros destrozados, abandonos, coches de seguridad y un podio abierto hasta la última vuelta.
ABT Cupra da la sorpresa
En la clasificación y la carrera del domingo, también hubo sorpresas. La pista mojada por la lluvia caída poco antes dio alas a los dos pilotos del equipo novato de ABT Cupra, que coparon las dos primeras posiciones en la parrilla de salida dando la primera gran alegría a Wayne Griffiths, el consejero delegado de la marca con sede en Martorell. En las carreras previas, los pilotos de ABT Cupra lograron resultados muy discretos cuando consiguieron acabar todas las vueltas. Sin embargo, con la pista ya seca en la carrera, el éxito de los ABT Cupra en la clasificación se diluyó al acabar en las posiciones nueve de Nico Müller y 17 de Robin Frijns.
En las dos carreras del fin de semana, han pasado por el podio un total de cinco equipos, Jaguar, Maserati, Avalanche Andretti, DS Penske y Envision. En la segunda prueba se registraron 172 adelantamientos. .
Espectadores desorientados
La experiencia desde la grada fue interesante aunque predominaban los espectadores desorientados con las complejas y cambiantes normas de la Fórmula E, una aventura emprendida hace nueve años por Alejandro Agag para demostrar de lo que son capaces los coches eléctricos en la competición. En general, la gran mayoría de los espectadores que ocupaban la grada desconocían cómo funciona el modo de ataque obligatorio que da kilowatios extras de potencia de forma temporal o porqué se añadían vueltas debido al tiempo en la pista del Safety Car. Necesitaban una manual de instrucciones para seguir la carrera.
El espectáculo que está dando la Fórmula E puede convertirse en una palanca para mejorar la popularidad de esta competición, que busca más seguidores, como la movilidad eléctrica. En las gradas del circuito urbano de Berlín, unas 15.000 personas siguieron cada carrera, aunque la gran mayoría de ellas eran invitados de Cupra, Porsche y otras marcas que quieren que se visualice su apuesta por la alterantiva sin emisiones a la Fórmula 1.