El 4 de julio de 1957 nacía en Turín uno de los italianos más famosos e icónicos de todos los tiempos. Se llamó Fiat 500 (se pronuncia 'chincuechento') y acaba de alcanzar la edad de jubilación en muy buena forma. Bueno, su descendiente del siglo XXI, el que nació justo 50 años después, el 4 de julio de 2007.
La Fiat del siglo XX (actualmente integrada en el grupo Stellantis) quería hacer un coche aún más económico que el 600, lanzado dos años antes y que luego se hizo tan famoso en España. El proyecto se llamó 110 y su artífice, el genial Dante Giacosa, lo definió como "un scooter con techo". Se redujeron al mínimo el peso y los costes y estaba propulsado por un motor de dos cilindros en línea, refrigerado por aire y con una potencia de 13 caballos que le permitía circular a 85 km/h.
Premios para el Fiat 500
La carrocería tenía un diseño marcado también por la simplicidad y la pureza de líneas para ahorrar costes, pero fue uno de sus grandes aciertos. En 1959 ganó el Compasso d'Oro, el premio de diseño más importante de Italia.Tenía dos puertas, cuatro plazas, las dos traseras muy pequeñas, y un techo de tela que se recogía en la parte posterior, sobre el motor. Era también descapotable. Costaba 490.000 liras (unos 253 euros actuales), 150.000 liras menos que el 600, y tenía unos bajos costes de consumo y mantenimiento. El sueldo medio de un italiano de entonces era de un millón de liras (unos 516 euros actuales) y un litro de gasolina costaba 145 liras (0,07 euros).
Entre julio de 1957 y agosto de 1975, cuando salió de la planta de Termini el último 500R, se habían producido unos cuatro millones de unidades que también se fabricó bajo licencia en Alemania y Austria y se exportó a toda Europa, Estados Unidos, Australia, Canadá y Sudáfrica. Se calcula que unos 600.000 de esos Fiat 500 del siglo XX siguen circulando hoy por las carreteras de todo el mundo y son objeto de deseo de coleccionistas y aficionados, lo que ha disparado sus precios. Bien conservado y restaurado, puede valer entre 15.000 y 40.000 euros.
Dedicado a todos los aficionados de este precursor de la movilidad urbana y para celebrar el aniversario del Cinquino, el Museo Nacional del Automóvil de Turín (Mauto), el más grande de Italia ha montado la exposición ‘65 años de un mito. Fiat 500, icono del Made in Italy’, que se inauguró el 4 de julio y estará abierta hasta el próximo 4 de septiembre de 2022.
Exposición y homenaje
Durante estos meses se podrán admirar en su ciudad de nacimiento seis unidades perfectamente conservadas de diferentes generaciones de este modelo, desde la Nuova 500 a los D, F, L y R. además la muestra se completa con múltiples paneles con curiosidades, dos motores cedidos por el Museo del 500 Date Giacosa, de Garlenda (Liguria) y también muchas obras de arte cuya presencia justificó el crítico de arte, Luca Beatrice en el acto de inauguración. “El 500 pertenece a esa reducida familia de automóviles cuya influencia va más allá del mundo del motor, toca la cultura, la sociedad y el estilo. Para mi generación representó un fenómeno trascendental vinculado a un momento particularmente feliz de la historia del país, la exaltación de la tecnología italiana proyectada hacia el futuro”.
Para agrupar tanta belleza ha sido necesaria la colaboración del Fiat 500 Club de Italia, el apoyo de ‘Passione 500’ y el patrocinio del Ministerio de Cultura, el Municipio de Turín, la Ciudad Metropolitana de Turín y la región de Piamonte.
La directora del Mauto, Mariella Mengozzi, explicó que “el enorme éxito del Fiat 500 es el resultado de sus ingeniosas formas y las soluciones técnicas, está ligado a su capacidad para interpretar perfectamente el espíritu de su tiempo, desde una solución accesible para todos en los años 50 y 60 del siglo XX, hasta la ideal para diferentes usos en la movilidad contemporánea”.
Retorno del utilitario
En 2007 regresó el Fiat 500 en formas y tecnología del siglo XXI. De su exitoso lanzamiento fue responsable, en parte Luca de Meo, posteriormente presidente de Seat y actualmente consejero delegado del Grupo Renault. Dos años después, en 2009 se lanzó la versión descapotable. El 500C, el cabrio, es el que más semejanzas tiene con el original, principalmente porque para la capota se optó por una alternativa similar a la que se utilizó en 1957, aunque con tecnología del siglo XXI. El coche conserva sin ninguna modificación la estructura lateral, lo que permitió reducir los costes de desarrollo y facilitó el arranque de la producción, simplemente el techo de chapa se sustituyó por uno de tela que cuando se abre se pliega sobre la parte superior del maletero. Una solución ingeniosa que reducía al mínimo las modificaciones estructurales y acrecentaba su aire retro.
El 500C es un nuevo paso en la estrategia de permanente renovación de este modelo, que se suma a la versión inicial, una reinterpretación del modelo de 1957 pero manteniendo la genética del original, que se lanzó el 4 de julio de 2007 justo cuando se cumplían 50 años del primer modelo.
Un año después llegó el 500 Abarth, con la misma estética pero corazón deportivo, hace sólo unos meses el 500 by Diesel para apasionados del diseño «casual» y del que ya se han vendido 4.000 unidades. Y, por ahora, el 500C, aunque la familia seguirá creciendo, incluso podría haber una versión 500C Abarth.