La Fórmula 1 llega al Circuito de Mugello con muchas expectativas después de la emoción y el espetáculo que se pudo ver en el GP de Italia en Monza. ¿Volveremos a divertirnos? ¿Volverá a sufrir tanto Ferrari en su casa y en su GP de la Toscana? Estas son algunas de las preguntas que se hacen los analistas del Podcast Técnica Fórmula 1 (John René Montes, Abel Caro, Iván Fernández y Raúl Molina), que también dan las claves de la gran carrera que se vivió en Monza y del espectacular, gracias a sus saltos, Rally de Estonia.
La próxima cita de la F1 es también en Italia, pero esta vez en Mugello, el circuito más próximo a la sede de Ferrari en Maranello. De hecho, se trata de un GP de la Toscana edición especial conmemorativa de las 1.000 carreras de F1 disputadas por Ferrari. La escudería de la marca creada por Enzo Ferrari llega a Mugello en horas bajas, después del fiasco cosechado en Monza, donde tanto Vettel como Leclerc tuvieron que abandonar por problemas técnicos. Esperemos que la carrera sea tan emocionante como la de Monza y no tan dolorosa para el equipo rojo.
Monza empezó como siempre y acabó divirtiendo
La de la carrera del domingo pasado fue una salida para recordar: Hamilton, como siempre, salió bien y se escapó. Bottas, como casi siempre, salió mal. Y Sainz salió muy bien y ocupó el lugar de Bottas, ganando una posición. Su compañero de equipo, Lando Norris, también salió muy bien, escaló tres posiciones, y ocupó el virtual tercer escalón del podio.
Más tarde, sobre la vuelta 17, Bottas se quejaría de que el mapa motor era “un chiste”, dejando evidencia de que sí, a ellos también les ha afectado la imposibilidad de usar el “party mode”. En la vuelta 8 había abandonado, por fallo en los frenos, Vettel. En la 20 lo haría Magnussen, que se quedó parado en la pista, en la zona de entrada al pit-lane. Eso provocó un coche de seguridad. Alfa Romeo llamó a Giovinazzi a pits, y lo mismo hizo Mercedes con Hamilton.
Todos nos preguntábamos por qué el resto no entraba. ¡Vaya locura de comportamiento! Hasta que nos dimos cuenta de que el pit-lane estaba cerrado y que los dos pilotos que habían entrado serían sancionados: stop and go de 10 segundos.
Eso dio un cambio radical al guión de la carrera, que se volvería aún más frenética con el accidente de Leclerc, que provocó una bandera roja: La penalización de Hamilton le dejó en el último lugar, que luego conseguiría remontar, gracias a su gran talento y a la cantidad de coches que habían abandonado, hasta la 7ª posición.
Lo mejor, la batalla de Sainz y Gasly
Mientras la realización televisiva de la Fórmula 1 se empeñaba en que viéramos cómo Hamilton iba adelantando a los coches más lentos, en cabeza de carrera ocurrían cosas muy interesantes.
Sainz partía por detrás de Gasly y los Alfa Romeo. Giovinazzi no cumplió su sanción hasta la vuelta 31 y Raikkonen fue duro de pasar. En ese momento, Sainz ya estaba segundo y comenzaba su persecución sobre Gasly. Una batalla épica sin errores por parte de ninguno de los dos pilotos. Una victoria (ay las vueltas que da la vida) de Honda sobre McLaren.
Y una victoria que se le escapó al madrileño por un par de vueltas. Un excelente resultado y un podio que nos hizo recordar lo que realmente es disfrutar con las carreras de F1.
