Mientras en el salón Automobile Barcelona se muestran las últimas novedades del automóvil con un dominio casi absoluto de los coches electrificados, a pocos kilómetros de distancia se celebraba un cónclave de fans del Motorsport de la vieja escuela. Un año más, miles de 'petrolheads' se han reunido en el Espíritu de Montjuïc celebrado en el Circuit de Barcelona Catalunya para revivir las carreras de seis horas en el icónico circuito de la montaña de Barcelona entre 1967 y 1973. En Coche Global hemos querido emular ese espíritu de los años 60 y 70 al volante de dos coches que marcaron la historia de Seat: el 1200 Sport Bocanegra y el 850 Especial.
Uno de los puntos de atracción del Espíritu de Montjuïc es la exhibición de coches históricos de Seat, los que conserva la marca en la célebre nave A-122 de la Zona Franca y que saca en ocasiones como esta y también los viejos coches de aficionados que se han congregado en el circuito de Montmeló. Desde ese punto, nos pusimos al volante del 1200 Sport, uno de los coches más singulares y emblemáticos de Seat, no tanto por su volumen de producción, que llegó solo a 11.619 unidades, sino por su diseño rompedor y que ya en 1975 marcaba el ADN deportivo de la marca española que ahora ha heredado Cupra.
Además, el 1200 Sport Bocanegra fue el primer coche que salió del Centro Técnico de Seat, que fue la avanzadilla en Martorell para la construcción de la actual fábrica hace 30 años. El modelo fue el primer de diseño propio, marcando el camino de la independencia de Fiat, y permitió a Seat iniciar las exportaciones y darse a conocer fuera de las fronteras españolas.
La huela del Seat Bocanegra
Con solo 805 kilos de peso, un nivel muy por debajo del que tienen los coches actuales, incluso los del mismo tamaño, el Seat 1200 Sport saca mucho provecho de su motor de 67 caballos de potencia y 1.197 centímetros cúbicos. Es un coche con brío bajo su capó y también en su diseño. Su línea coupé vuelve a estar de moda en la actualidad, y se combina con un llamativo color verde Kent en la unidad probada, que fue una de las primeras en fabricarse en 1976.
Su característico frontal y parrilla integrados en color negro, de ahí el sobrenombre de Bocanegra, dejó huella en Seat, que años después lanzó una serie especial del Ibiza con un frontal que emulaba el de su antecesor. En los años 70, Seat eligió un lema que ya avanzaba, bastantes años antes, el encaje de una marca española en el grupo alemán Volkswagen: "Para personas alegres que buscan un coche serio".
El superventas 850
Para saborear más el espíritu histórico de Seat también probamos el 850 Especial de dos puertas, otro modelo que fue clave en la trayectoria de la marca y de la fábrica de la Zona Franca de Barcelona. El 850 sí fue un coche popular de Seat con 662.853 unidades producidas en sus múltiples versiones. Esta evolución en carrocería berlina del 600 se convirtió en objeto de deseo de las familias de clase media, con el Especial como tope de gama.
Sus 47 caballos de potencia se convierten en muy poderosos debido a su extrema ligereza, con solo 690 kilos de peso. En la prueba de conducción en la pista del circuito de Montmeló, la misma en la que poco antes se había disputado la carrera de la F1 Academy con mujeres promesas, el Seat 850 Especial se comportó como con una pegada incluso en los tramos de más pendiente y revirados. Se nota que los mecánicos de la división de Seat Históricos lo cuidan bien.
El 850 forma parte de la etapa en la que "Seat puso a España sobre ruedas", tal como le gusta recordar a Wayne Griffiths, el presidente de la compañía. Se lanzó al mercado en 1966, 13 años después del inicio de la producción en la fábrica de la Zona Franca del modelo 1400.