“El mundo de la automoción ha entrado en una fase de transición tan profunda como una explosión y las turbulencias durarán un tiempo”. Así resume Francisco Hidalgo, director general Dacia Iberia, la situación que atraviesa la industria del automóvil en España y en el mundo por la falta de componentes electrónicos que están penalizando gravemente la fabricación de nuevos modelos.
La situación es tan complicada que Hidalgo reconoce que Dacia previsiblemente perderá en este año en España el liderazgo en las ventas a particulares en favor, previsiblemente, de una marca asiática.
“A día de hoy la cuota nos preocupa poco, estamos intentando vender todo lo que tenemos en nuevos y usados y preparar el futuro con una nueva imagen de marca y nuevos productos”, desvela. El problema es que la oferta del mercado de usados también está cayendo como consecuencia del Covid. Los contratos de renting y de empresas se han prolongado por la falta de uso de los vehículos y no llegan productos al mercado de segunda mano.
Sin renuncias en tecnología
Entre esos nuevos productos está el modelo Jogger que Dacia ha desvelado en Automobile Barcelona. Se trata de un polivalente siete plazas que se pondrá a la venta en un mes. Hidalgo nos confirmó que los pedidos que se hagan en ese momento estarán en el concesionario en marzo.
Para el máximo responsable de la marca asequible del grupo Renault, Dacia sigue siendo la empresa que “te da lo esencial, con un equilibrio entre precio y valor, pero sobre todo intenta anticiparse a lo que quiere el consumidor”.
Respecto a la posibilidad de lanzar al mercado coches con menos tecnologías para compensar la escasez de chips, algo de lo que alardeaba Dacia en sus comienzos como marca global hace 15 años, Hidalgo explicó que eso ya no sería posible. Quizás los clientes de Dacia no quieren un sistema de conducción autónoma pero sí ayudas a la conducción.
