El potencial del Audi RS Q e-tron ha quedado de manifiesto en el arranque de este Dakar, el quinto que se disputa en Arabia Saudí y el tercero que afronta el fabricante alemán con un coche equipado con las más modernas y complejas tecnologías y cuya base es la electrificación. Carlos Sainz lidera con solvencia la carrera con un coche que en la primera semana se ha mostrado más competitivo, estable y fiable que el que compitió en 2023.
El Dakar es largo, larguísimo, aunque ello parezca una excusa recurrente, y los peligros acechan. Al-Attiyah les dio tres días ‘de vida’ antes de empezar y los han superado… con nota. Mientras en el vivac se escuchan muchas conversaciones sobre el futuro del equipo, alcanzado el plazo a tres años que se marcó de inicio Audi, con muchas más sombras que luces y especialmente tras el aterrizaje en Fórmula 1.
Mejora de fiabilidad y ligereza
El Audi RS Q e-tron ha demostrado la competitividad y fiabilidad pese a su complejidad técnica. La marca alemana ha trabajado desde la última edición para ganar en fiabilidad y ligereza, sin perder rendimiento. El vehículo logró cuatro victorias de etapa en su estreno y dos más en la pasada edición. Este año han dado un salto hacia delante.
Uno de los hándicaps del Audi RS Q e-tron desde su nacimiento fue el peso y la potencia, determinadas por el reglamento FIA. La última evolución se ha sometido a una dura dieta para ceñirse al peso mínimo de 2.100 kilos. También se ha modificado la relación potencia-peso de los T1U de Audi en comparación con los T1. Si a principios de 2023 la potencia máxima de los motores eléctricos era de 271 kW, en 2024 ha aumentado hasta 286. Se ha cuidado hasta el mínimo detalle, ha mejorado también el reparto de pesos y la aerodinámica, siendo ahora más eficiente.
Un coche complejo y tecnológicamente avanzado
Carlos Sainz considera que el fabricante alemán merece respeto. "Audi fue muy valiente a la hora de apostar por un coche tan sofisticado para una carrera como el Dakar. Reparto eléctrico de la tracción, recuperación de energía que nos hace no tener que usar apenas los frenos, tres motores eléctricos y un motor de combustión… es un reto tecnológico descomunal", remarca Sainz.
De las características del coche, el piloto español apunta que "según aceleras no tienes que preocupar de marchas ni de embrague, solo de acelerar. Tenemos cuatro ruedas motrices, con un motor delante y otro detrás. Hay un diferencial virtual y trabajar con esta nueva tecnología ha sido un gran reto. Trabajar en la puesta a punto, el freno motor… La entrega de potencia es inmediata. Pasar dunas es difícil y para ello no tienes que preocuparte de las marchas, que habitualmente te produce mucho estrés. Además, las baterías hacen que el centro de gravedad esté muy bajo".
Fue un gran desafío, técnica y tecnológicamente, porque nunca se había hecho un proyecto igual. El Audi RS Q e-tron es muy complejo y el desarrollo de tantas cosas nuevas es complicado, aunque es una evidencia que desde el inicio se ha progresado mucho. La complejidad de este coche radica, básicamente, que está propulsado por dos motores eléctricos, uno en la parte delantera y otro en la trasera, mientras que cuenta con otro motor eléctrico que carga las baterías y otro de combustión, conectado con el anterior, para que siempre tenga la energía necesaria.